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sábado, 6 de septiembre de 2014

Fractura basicervical en el paciente pediátrico



Ficha de identificación:
Masculino escolar de 6 años
Eutrófico
Cursa segundo año de primaria

Antecedentes heredofamiliares. Madre y padre aparentemente sanos, abuela materna con HAS en tratamiento. Resto interrogado y negado.

Antecedentes perinatales. Madre sana de 32 años de edad, escolaridad licenciatura trunca, ama de casa. Padre de 35 años de edad, escolaridad licenciatura. Producto de segunda gesta, embarazo normoevolutivo, control prenatal en centro de salud, 7 citas, niega IVU o enfermedades intercurrentes. Vacunación durante el embarazo completa, refiere consumo de ácido fólico y sulfato ferroso. Obtenido por parto eutócico, de término, a las 38 sdg, Apgar 8-9. Diagnosticado con taquipnea transitoria del recién nacido y posteriormente persistencia del conducto arterioso, por lo cual fue manejado de forma conservadora en tercer nivel. Alimentado al seno materno hasta el año de edad, ablactado a los 5 meses con frutas y caldos. Actualmente integrado a la dieta familiar. Desarrollo psicomotriz normal para la edad. Esquema de vacunación completo para la edad.

Antecedentes personales no patológicos. No relevantes para el padecimiento actual.

Antecedentes personales patológicos. Niega enfermedades crónicodegenerativas o infectocontagiosas, niega alergias, cirugías, traumatismos y hemotransfusiones. Actualmente dado de alta y sin tratamiento médico para persistencia de conducto arterioso. Niega toxicomanías.

Padecimiento actual. Inicia el día 6 de agosto de 2014 en su domicilio mientras jugaba, sufrió de forma accidental caída de escaleras, aproximadamente 27 escalones. Recibió impacto directo en rodilla izquierda con varo forzado en cadera. Sin pérdida del estado de alerta. Tras el evento la madre refiere deformidad en extremidad inferior izquierda a nivel de tercio proximal, aumento de volumen, dolor intenso e incapacidad para la bipedestación y la marcha, motivo por el que acude inmediatamente y por medios propios a valoración en hospital pediátrico.

A la exploración física masculino con edad aparente igual a la cronológica, despierto, orientado, con buena coloración e hidratación, cardiopulmonar sin alteraciones, abdomen asignologico, extremidades torácicas integras, arcos de movilidad conservados, sin datos de compromiso neurológico o vascular distal. Extremidades pélvicas asimétricas a expensas de la izquierda la cual cuenta con acortamiento longitudinal y rotación externa, en cadera dolor intenso a la movilización activa y pasiva, eutérmica, con aumento de volumen respecto a contralateral. Pulso femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio conservados. Sensibilidad conservada. Sin otro tipo de lesiones evidentes.




Diagnóstico:

Masculino escolar eutrófico.
Fractura basicervical de cadera izquierda reciente, cerrada.

Puntos a tratar:

R1. Diagnóstico y epidemiología.
R2. Estructura de la fisis.  Consideraciones referentes al Tratamiento.
R3. Complicaciones inherentes al tratamiento.
R4. Metaanálisis: fracturas basicervicales pediátricas.

19 comentarios:

  1. Factors affecting the outcome of fractures of the femoral neck in children and adolescents A SYSTEMATIC REVIEW

    Las fracturas de cuello femoral en los niños son raras lesiones de alta energía, que representan <1% de las fractures de todos los niños. La mayoría de las fracturas de cuello femoral (Delbet I a III5) son intracapsulares y expuestas a liquido sinovial lo que interfiere con la curación. Las fracturas del cuello femoral continúan experimentando más complicaciones que con otras fracturas de la infancia.
    La clasificacion mas utiizada es la de Delbert: tipo I, transepifisial, con o sin luxacion de la cabeza femoral; tipo II, transcervical, desplazada o no desplazada;
    type III, cervicotrocanterica, desplazada o no desplazada; y tipo IV, intertrocanterica.

    Dr Martin Palavicini R1O

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  2. Fracturas de cadera en el niño

    Las fracturas de cadera en los niños son lesiones raras, representan menos del 1%
    de todas las fracturas. La clasificación recomendada es la Delbet-Colonna que las
    ubica en cuatro tipos de acuerdo al sitio en que ocurre la fractura. Su tratamiento consiste en la reducción cerrada y estabilizaciónde la fractura. El método estará determinado fundamentalmente por la edad del paciente y el tipo de fractura. Se mencionan como complicaciones: Osteonecrosis, que es la más frecuente, la condrólisis, covara residual, no unión y la infección.

    Dr. Guillermo Perez Jacobo R2tyo

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  3. La placa fisaria abarca desde el proceso del trocánter mayor hasta la cabeza femoral, pasando por la parte superior del cuello femoral. El inter cartilaginoso es el responsable del crecimiento longitudinal del cuello. La fisis de la cabeza femoral y el trocánter mayor se cierra al rededor de los 14 años en las mujeres y 16 en los hombres. El aporte vascular es distinto que en el esqueleto maduro. La placa fisaria representa una barrera para los vasos sanguíneos, por lo que prácticamente no existe circulación intraósea a través de la fisis, además los vasos sanguíneos del ligamento redondo tienen una importancia casi nula en el aporte sanguíneo. El principal aporte sanguíneo de la epifisis proximal femoral proviene de pequeños vasos que puentean la fisis: la arteria cervical ascendente lateral, rama de la arteria femoral circunfleja lateral y la rama posteroinferior de la arteria circunfleja medial. Estos vasos penetran la cápsula articular y siguen su curso fuera del hueso. son susceptibles al colalpso cuando aumenta la presión intraarticular y a la lesión directa cuando ocurren fracturas desplazadas del cuello femoral.
    El tratamiento de estas fracturas, al igual que en los adultos, depende del tipo de trazo, el desplazamiento, su estabilidad, la edad del paciente y la calidad del hueso, así como del tiempo de evolución desde el tiempo en que se produjo la fractura hasta su tratamiento. El tratamiento dentro de las primeras 48hrs se relaciona con una menor incidencia de complicaciones. El drenaje articular en el manejo de fracturas ya sea con osteosíntesis o sólo inmovilización con yeso, es indispensable como método de reducción de riesgos de complicaciones por osteonecrosis. La sintesis con tornillos canulados para este paciente parece ser la mejor opción, la adición de un aparato de yeso postoperatorio para evitar desplazamientos en un niño inquieto es obligada para conseguir mayor estabilidad. A los riesgos inherentes al tipo de fractura, se añaden aquellos otorgados por el procedimienro quirurgico, se prefiere conseguir una adecuada fijación de la fractura que conservar la integridad de la placa fisaria.

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  4. Fractures of the Hip in Children
    James H. Beaty, MD
    Department of Orthopaedic Surgery, Campbell Clinics, University of Tennessee, 1211 Union Avenue,
    Suite 510, Memphis, TN 38104, USA
    Las fractyras de cadera son poco comunes en niños y su importancia radica no en su frecuencia si o en la de sus complicaciones. Muchas de estas complicaciones puedes ser minimizadas o no preentarse siempre y cuando se realice una reducción anatómica y fijación interna. La reducción abierta es necesaria muchas veces para lograr una reducción estable y anatómica. Independientemente de la edad del niño, la prioridad del tratamiento debe ser la fijación estable de la fractura sobre de la preservación de la fisis.
    El desarrolo, de osteonecrosis, está relacionado a la severidad de la lesión inicial y no es afectado por el tratamiento de la fractura.

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  6. Complications of Hip Fractures in Children
    Feng-Chih Kuo, MD; Shu-Jui Kuo, MD; Jih-Yang Ko, MD; To Wong, MD

    La osteonecrosis es la complicación más común después de fracturas de cadera en los niños.
    Anteriores estudios informaron las tasas de osteonecrosis de 10% a 58%. Osteonecrosis La predicción es de vital importancia debido a los malos resultados asociados con su presencia y la falta de opciones de tratamiento una vez que se establece.
    En el estudio, 12 pacientes tenían ningún desarrollo de la osteonecrosis y los resultados fueron buenos. Por otro lado, de los 11 pacientes con osteonecrosis, 3 tenido resultados pobres y 8 tuvieron resultados regulares, lo cual fue estadísticamente significativo. Osteonecrosis de tipo I de Ratliff se relacionó con resultados pobres con más frecuencia que el tipo Ratliff II o tipo III
    osteonecrosis.
    En un meta-análisis de 360 fracturas de cadera pediátrica, Luna et al. demostraron que el tipo de fractura y la edad en el momento de la lesión fueron los mejores predictores de osteonecrosis. Type I, II y III fracturas fueron respectivamente de 15, 6 y 4 veces más propensos a desarrollar osteonecrosis de fracturas tipo IV. Sin embargo, en un estudio publicado recientemente, Dendane et al. Informó 21 niños con fracturas desplazadas del cuello femoral, y se encontró una mayor tasa de osteonecrosis en las fracturas de tipo II (44,44%) que en las fracturas de tipo III (20%), que no fue estadísticamente significativa (p> 0,05). En el estudio, la tasa de osteonecrosis de la cabeza femoral disminuyó a medida que el nivel de la fractura de cadera se redujo, desde la epífisis a la zona del trocánter (tipo I, 67%; Tipo II, 53,8%; Tipo III, 33,3%; tipo IV, 0%), butthe tendencia no fue estadísticamente significativa. Tipos I-III mostró tasas más altas de osteonecrosis que las fracturas tipo IV (0%). Esto puede ser debido al número limitado de pacientes. Pero aún creemos que la reducción meticulosa de fracturas de alto nivel puede reducir la incidencia de la osteonecrosis de la cabeza femoral. En el estudio, los pacientes menores de 10 años tenían una tasa de 17% de la osteonecrosis, mientras que los mayores de 10 años tenían una tasa de 59% de la osteonecrosis. Un estudio realizado por Kay et al. También se observa un fenómeno similar con 6 de 9 casos de osteonecrosis que ocurren en niños mayores de 10 años.

    Dr. Christian Ramire
    R1 TYO

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  7. Displaced fractures of the hip in children
    MANAGEMENT BY EARLY OPERATION AND IMMOBILISATION IN A HIP SPICA CAST
    J. M. Flynn, K. L. Wong, G. L. Yeh, J. S. Meyer, R. S. Davidson
    From the Children’s Hospital of Philadelphia, USA

    THE JOURNAL OF BONE AND JOINT SURGERY VOL. 84-B, N°. 1, JANUARY 2002

    A diferencia de los adultos, los niños sanos rara vez sufren una fractura del cuello femoral, la incidencia es menor al 1% de los todas las fracturas pediátricas.
    Las fracturas de la cadera en niños se han asociado con una muy alta tasa de complicaciones graves incluyendo la necrosis avascular (hasta 47%) y coxa vara (hasta 32%). Durante un período de 20 años, hemos tratado las fracturas desplazadas por reducción temprana anatómica, fijación interna y la inmovilización en un yeso en espiga para tratar de reducir estas complicaciones.

    Por lo general es el resultado de una lesión de alta energía. Estudios previos han informado de una alta tasa de complicaciones, como necrosis avascular, coxa vara, el cierre prematuro de la fisis, seudoartrosis y la infección.

    Colonna adaptado un sistema de clasificación descrito por Delbet, que identifica cuatro tipos de fractura de cadera en niños, basado en la ubicación de la línea de la fractura. Esta clasificación es ampliamente aceptada y se utiliza para determinar el tratamiento y el pronóstico. Las fracturas de tipo I son las separaciones transepifisiarias, con o sin luxación de la cabeza femoral del acetábulo, el tipo II son transcervical, tipo III y tipo IV fracturas basicervicales e intertrocantéreas.

    Aunque la mayoría de las series publicadas tienen una alta tasa de complicaciones, varias autores han descrito mejores resultados con un tratamiento agresivo que consiste en una urgente reducción y fijación interna. Para las fracturas desplazadas en niños, se ha realizado una reducción anatómica, fijación interna y la inmovilización con un yeso obteniendo muy buenos resultados y éxito en la mayoría de los pacientes tratados.

    El método de tratamiento parece ser importante en la incidencia de estas complicaciones. La mayoría de niños con coxa vara, retraso de la consolidación o pseudoartrosis fueron tratados sin fijación interna.

    También se señaló que los niños tratados con un yeso solo tenían una mayor incidencia de la coxa vara. Ellos atribuyeron su menor tasa de coxa vara y falta de unión con el uso de fijación interna para todas las fracturas trancervicales.

    DR. HIROSHI SEKISAKA
    R1TyO
    H.G. Xoco

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  9. Fractures of the femoral neck in children
    C. Holton, et al. Current Orthopaedics (2006) 20, 361–366

    Fracturas de cuello femoral representan menos del 1% de las fracturas de todos los niños. Son mucho menos frecuentes que en los adultos. Delbet las clasifica en tipos 1 a 4 El tratamiento está dirigido a la reducción de la fractura y el mantenimiento de la reducción de tiempo suficiente para permitir la unión dentro de 12 a 16 semanas. La estabilización de la fractura es más comúnmente con tornillos canulados. Las complicaciones incluyen la necrosis avascular, coxa vara, no union, cierre prematuro de la fisis y en ocasiones la infección.

    necrosis avascular

    Los estudios de los tipos 2 y 3 fracturas han confirmado que la cantidad de inicial desplazamiento de la fractura es directamente proporcional al riesgo de AVN debido al compromiso del suministro de sangre al fémur proximal en el momento de la lesión. Swiontkowski propone que este compromiso vascular era probable que sea debido a la ruptura o retorcimiento de los vasos por la fractura desplazada. Esto condujo Swiontkowski, para abogar hip temprana descompresión en tipos desplazadas 2 y 3 fracturas, para reducir con éxito la incidencia de AVN de 50% a 10%. La descompresión se realizó en el momento de reducte abierta de la fractura ya sea por aspiración o capsulotomía.

    coxa vara

    La complicacion mas común fue la coxa vara (31%), que es consistente con la de Morsy (36%). Los pacientes afectados de Morsy incluyeron 11 casos de fracturas transcervicales y ocho pacientes con fracturas basicervical

    Benjamin Campos
    Residente ortopedia 3º año
    Hospital General Balbuena

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  10. “Pediatric Femoral Neck Fractures: Our 10 Years of Experience”. Kamal Bali. Clinics in Orthopedic Surgery 2011;3:302-308

    Las fracturas del cuello femoral son extremadamente raras, y cuentan como menos del 1% de las fracturas pediátricas. Meyer lo atribuye a su cobertura del periostio. Por lo que el 90% son lesiones de alta energía. Se asocian a coxa vara, pseudoatrtrosis y no uniones, especialmente en los pacientes tratados de manera conservadora. Otras complicaciones son osteonecrosis, cierre prematuro de la fisis, y discrepancia de longitud de extremidades pélvicas. Este estudio comprende de mayo de 1998 a diciembre del 2007 siendo un total de 36 niños con un seguimiento a un año. Se utilizo la clasificación de Delbet y las modalidades d etratamiento fueron reducción abierta y fijación interna, reducción cerrada y fijación interna y tratamiento conservador. Se dio seguimiento y evaluación con el método Ratliff y radiográficamente fue evaluado por congruencia articular, cambios artríticos, angulaciones del cuello femoral y necrosis avascular. Se incluyeron pacientes desde los 10 a los 16 años, los mecanismos de lesión fueron accidente de tránsito, caídas de altura, así como un caso por ataque de un toro. Como resultados fueron que el tratamiento conservador dio un alto índice de fallas en la reducción, la fijación interna necrosis avascular, siendo la no unión y la coxa vara no significativas entre cada modalidad de tratamiento. Concluyen que las fracturas de cadera de los niños necesitan tratamiento agresivo para reposición anatómica.

    Dr. Eduardo A Huerta Rodríguez
    Hospital General Balbuena
    Residente de 3er año

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  11. Complication rate after operative treatment of paediatric femoral neck fractures

    Mohammed Nayeemuddin, et al.
    Journal of pediatric orthopaedics B 2009., 18:314 – 319

    Las fracturas de cuello femorales son raras en niños, pero las altas incidencias de las complicaciones presentadas las hacen una patología de importancia. El estudio muestra una retrospectiva de las fracturas del cuello femoral en un periodo de 10 años.

    Se incluyen 36 niños (20 niños y 16 niñas) quienes sufrieron de una fractura de cuello femoral y se les dio un seguimiento de minimo un año. Los niños fueron tratados de diferentes maneras: de forma conservadora, con RAFI o RCFI. La edad media de los pacientes fue de 10 años y el tiempo mínimo de seguimiento fue de 3.2 años, basándose en la clasificación de Delbet se encontraron 0 del tipo I, 16 tipo ¡!, 11 tipo III y 9 tipo IV. La necrosis avascular fue la complicación más frecuente, la cual fue observada en 7 de los pacientes, otras complicaciones fueron la coxa vara, no unión, y cambios artríticos, en un caso se presento perforación de la cabeza femoral, cierre epifisiario prematuro. El numero mínimo de complicaciones se observó en el grupo de ORIF, solo 2 pacientes fueron tratados de forma conservadora y reportaron resultados satisfactorios.

    Como conclusiones del artículo mencionan que la fijación interna del cuello femoral es el método preferido en comparación del método conservador, el método agresivo quirúrgico con el objeto de una reducción anatómica debe ser la meta en cualquier método de tratamiento, la complicación de necrosis avascuar es independiente del método de tratamiento y depende directamente del grado de desplazamiento inicial de la lesión.

    DR BAHENA R4

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  12. Boardman MJ, Herman MJ, Buck B, Pizzutilo PD. Hip fractures in children. J American Academy
    of Orthopaedic Surgeons 2009; 17: 162-173.

    Osteonecrosis : Es la más común de las complicaciones de las fracturas de cadera en el niño Recientemente se ha demostrado que el tipo de fractura y la edad en el momento de la lesión son los mejores parámetros para la predicción de osteonecrosis. Las fracturas tipo I, II y III en ese mismo orden, son más susceptibles de presentar osteonecrosis que las fracturas tipo IV Las fracturas tipo IB tienen la incidencia más alta de necrosis(hasta 100% en algunas series).
    Los niños mayores desarrollan más frecuentemente osteonecrosis debido a la imposibilidad de revascularizar la cabeza femoral y porque en ellos se presentan lesiones tipo I, II y III con más frecuencia que en los niños menores.
    Coxa vara: Definida como un ángulo cervico-diafisario < 120°, es la segunda complicación
    más frecuente en las fracturas de cadera en el niño, reportándose hasta en 30% de los casos
    Cierre fisario prematuro: Los reportes de cierres fisario prematuro varían ampliamente con un rango de incidencia de 5 al 65% de los casos.
    No unión: Es una falla en la cicatrización de la fractura después de 4 a 6 meses de tratamiento.
    Se ha reportado en 1.6 a 10% de los casos. La condrólisis de la cabeza femoral es una complicación poco común que es vista primariamente en asociación con osteonecrosis y se manifiesta con restricción de la movilidad de la cadera, coxalgia, y disminución radiográfica del espacio articular.

    Dr Medina González Daniel R3tyo

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  13. R.Bimmel, “Paediatric hip fractures : A systematic review of incidence,treatment options and complications” Acta Orthop. Belg., 2010, 76, 7-13

    El desarrollo del fémur proximal durante la niñez se lleva a cabo principalmente a través de una placa fisaria continua que abarca desde la apófi sis del trocánter mayor hasta la cabeza femoral, pasando por la parte superior del cuello femoral. El puente de cartílago de crecimiento que conecta la fisis de la cabeza femoral con la apófisis del trocánter mayor es responsable del crecimiento longitudinal del cuello femoral y susceptible de lesión durante las fracturas a ese nivel, lo cual puede producir alteraciones del crecimiento con arresto fi sario o deformidades angulares del fémur proximal.
    El tratamiento de las fracturas de cadera en niños y adolescentes es muy variable; puede verse influenciado por varios factores, principalmente la edad, la localización de la fractura (clasificación de Delbet y Colonna), el desplazamiento y la estabilidad de la fractura. En general se recomienda, cuando sea posible, realizar el procedimiento como urgencia dentro de las primeras 48 horas después de la lesión. Lo anterior con el objeto de disminuir el riesgo de osteonecrosis al restablecer la anatomía en una supuesta presencia de un daño vascular reversible al momento de la fractura. Aunque sea difícil demostrar en cada caso particular si las lesiones vasculares se producen al momento de la lesión o como resultado del retraso en el tratamiento, se ha visto una menor incidencia de osteonecrosis cuando el tratamiento se realiza de forma temprana.

    R2 Estefania Hernández Solano

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  14. Fracturas de cadera en niños y adolescentes
    Héctor Hugo Flores Navarro
    Vol 8 n3
    Las fracturas de cadera en niños se pre- sentan con una baja incidencia. Su principal importancia radica en que presentan un alto índice de complicaciones. El fémur proximal en los niños es relativamente resistente, por lo que la mayoría de los casos son resulta- do de traumatismos de alta energía. Para su descripción se utiliza la clasifi cación de Delbet, basada en la localización del trazo de fractura. El tratamiento es muy variable y está infl uenciado por la clasifi cación, la edad, el grado de desplazamiento y la estabilidad de la fractura. Para mejores resultados se recomienda buscar una reducción anatómica y una inmovilización o fi jación interna estable. La principal complicación es la osteonecrosis debido a la vascularidad de la cadera durante la inmadurez esquelética. Otras complica- ciones que se presentan frecuentemente son coxa vara, cierre prematuro de la fi sis y pseudoartrosis.
    Omar Muñoz Morales R2tyo

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  15. Fracturas de cadera en el niño
    Hugo Carrillo Muñoz*
    Volumen 5, Número 3 Jul.-Sep. 2009
    266
    www.medigraphic.com
    * Ortopedista Pediatra, Hospital Real San José, Guadalajara, Jalisco.
    Dirección para correspondencia:
    Dr. Hugo Carrillo Muñoz
    José María Heredia Núm. 3054. Prados Providencia. Guadalajara, Jalisco. 44670
    Correo electrónico: hugocarrillo@hotmail.com

    El tratamiento de las fracturas de cadera en niños y adolescentes es muy variable; puede verse influenciado por varios factores, principalmente la edad, la localización de la fractura (clasificación de Delbet y Colonna), el desplazamiento y la estabilidad de la fractura. En general se recomienda, cuando sea posible, realizar el procedimiento como urgencia dentro de las primeras 48 horas después de la lesión.
    Lo anterior con el objeto de disminuir el riesgo de osteonecrosis al restablecer la anatomía en una supuesta presencia de un daño vascular reversible al momento de la fractura. Aunque sea difícil demostrar en cada caso particular si las lesiones vasculares se producen al momento de la lesión o como resultado del retraso en el tratamiento, se ha visto una menor incidencia de osteonecrosis, cuando el tratamiento se realiza de forma temprana.
    Cuando se planea el tratamiento definitivo es recomendable contar con el equipo e insumos necesarios para resolver la lesión desde el primer intento.

    Se sugiere realizar el tratamiento en un quirófano con mesa radiolúcida o una mesa de fracturas, contar con intensifi cador de imágenes y los implantes adecuados para la talla del paciente y la localización de la fractura.

    De ser posible, es preferible realizar la reducción de manera cerrada y, en el caso de fracturas intracapsulares, considerar evacuar el contenido de la articulación a través de una artrotomía pequeña o una punción. Sin embargo, no debe aceptarse una reducción deficiente y es recomendable no dudar en realizar la reducción abierta cuando sea necesario.
    Adicionar fijación interna a la inmovilización aumenta considerablemente la estabilidad de la fractura.
    Es más importante lograr una fijación estable de la fractura que conservar la integridad de la fisis de la cabeza femoral, por lo que es preferible colocar tornillos o clavos a través de la placa fisaria que dejar una fijación con riesgo de ser insuficiente en un intento por no lesionarla.
    R4 SIGILFRIDO MILIAN PEREZ

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  16. fracturas de cadera en niños. Carrillo Muñoz Hugo. www. medigraphic.org.mx. vol5 num 3 jul-sep-2013
    tipo de estudio: articulo de revision

    VASCULARIDAD
    Las alteraciones en el flujo sanguíneo en el fémur proximal son causa frecuente de severas deformidades y discapacidad subsecuente. Algunos estudios han
    demostrado la compleja anatomía vascular de la cadera en desarrollo La cabeza femoral puede recibir sangre a través de vasos epifisarios, del ligamento redondo o de la zona metafisaria. La cabeza femoral en el niño pequeño
    recibe irrigación de vasos epifisarios y vasos que cruzan la región fisaria. Estos
    vasos transfisarios desaparecen a medida que la osificación progresa en la cabeza femoral. En el niño mayor la circulación primariamente es a través de vasos metafisarios. Sólo en la niñez tardía y en la adolescencia, los vasos del ligamento to redondo contribuyen en forma significativa. Después del cierre de la fisis capital, los vasos metafisarios constituyen el principal aporte a la circulación.
    Durante casi toda la niñez este aporte sanguíneo proviene de dos anillos anastomóticos formados por los vasos circunflejos mediales y laterales El patrón de distribución es variable, y cualquier deficiencia puede contribuir al desarrollo de necrosis avascular.
    La cabeza femoral se osifica entre el segundo y el octavo meses después del nacimiento y se fusiona con el cuello entre los 15 y 21 años en los niños y un año más temprano en las niñas En algunas ocasiones se requieren placas comparativas para distinguir la patología de los hallazgos normales. Las lesiones óseas
    asociadas pueden pasar desapercibidas si el estudio es incompleto o de mala
    calidad.
    las fracturas de cadera en niños deben de diagnosticarse de la manera mas veraz y oportuna ya que la necrocisis de cabeza femoral es un riego inherente y debemos de ser capaz de evitar secuelas para una mejor atencion y capacidad de vida de nuestro pacinete

    CABRERA ROBLES DENNY R2 TYO
    HG XOCO

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  17. Ingram AJ, Bachynski B. Fractures of the hip in children; treatment and results. J Bone Joint Surg Am
    1953; 35-A(4): 867-87.


    Las fracturas de cadera en niños se presentan con una baja incidencia. Su principal importancia radica en que presentan un alto índice de complicaciones. El fémur proximal en los niños es relativamente resistente, por lo que la mayoría de los casos son resultado
    de traumatismos de alta energía. Para su descripción se utiliza la clasifi cación de

    Delbet, basada en la localización del trazo de fractura. El tratamiento es muy variable y está infl uenciado por la clasifi cación, la edad, el grado de desplazamiento y la estabilidad de la fractura.

    Para mejores resultados se recomienda buscar una reducción anatómica y una inmovilización o fi jación interna estable. La principal complicación es la osteonecrosis debido a la vascularidad de la cadera durante la inmadurez esquelética. Otras complicaciones que se presentan frecuentemente son coxa vara, cierre prematuro de la fisis y pseudoartrosis.

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  18. Tratamiento quirúrgico de las fracturas del extremo
    proximal de fémur en niños: experiencia institucional
    Dr. Rolando Azurduy Ance*
    Vol. 52 No. 2
    2007
    Las fracturas del extremo proximal del fémur por las características peculiares en su vascularización y la presencia del cartílago de crecimiento, para su tratamiento tengan un criterio bien establecido.
    El tratamiento quirúrgico es una alternativa en la resolución de estas fracturas sin desmerecer las ventajas del tratamiento conservador, sin embargo las fuerzas biomecánicas alrededor de la cadera hacen que las fracturas consoliden en posiciones viciosas, por lo que decidimos en el servicio por un tratamiento quirúrgico de reducción cruenta y osteosíntesis como la mejor alternativa. Con la utilización de los tornillos canulados, los resultados son satisfactorios, la rehabilitación es pronta y se minimiza las complicaciones postoperatorias.
    El tratamiento de las fracturas del fémur en el niño generalmente es conservador, sólo requiere de indicación quirúrgica en un 10% de los casos. Si no hay desplazamiento en la fractura de cuello femoral es suficiente un yeso pelvipedio por 4 a 8 semanas.A diferencia de los adultos, por la presencia de la fisis, la vulnerabilidad de los vasos sanguíneos que irrigan la cabeza femoral hace alta la incidencia de necrosis avascular y deformidad angular tras la fractura, probablemente la mejor tolerancia del niño a la inmovilización hacen posible opciones de tratamiento mediante una tracción, yeso pelvipédico y reposo en cama, sin embargo las indicaciones de tratamiento quirúrgico se justifican, para evitar complicaciones tardías como la coxa vara, falta de consolidación y cierre prematuro de la fisis.
    CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
    • En la revisión de 36 meses en el Hospital del Niño se presentaron 8 casos, que corresponde al 1 % de todas las lesiones fracturarias.
    • Son lesiones complejas que requieren manejo quirúrgico en pacientes politraumatizados que obedecen a lesiones de alta energía, asociados a otras lesiones como TCE, trauma toráxico, abdominal, pélvico y de columna.
    • La reducción cruenta debe de efectuarse siempre después de la estabilización hemodinámica del paciente que dura aproximadamente 72hrs.
    • La adecuada estabilización y osteosíntesis permiten que el pequeño paciente un retorno pronto a su actividad.
    • Es rescatable que hasta el momento no presentaron necrosis avascular.
    • El tratamiento de reducción cruenta con tornillos canulados, consideramos como una alternativa óptima que se debe considerar en las fracturas del extremo proximal del fémur.

    DR RAUL BAYO DEL CASTILLO R2TYO

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  19. Sergio Alberto Pérez Ruiz
    Residente segundo año de Taumatología y Ortopedia
    “Fracturas de cadera en el niño”/ Hugo Carrillo M. / Orthotips.-- Vol 5, No. 3 (2009), pp. 266-278
    Lesión rara que representa el 1% de fracturas pediátricas, producto de mecanismos de alta energía en niños sanos, mientras que en niños con huesos anormales por mecanismo de baja energía. Asociada a altos índices de complicaciones son osteonecrosis, no unión o consolidación viciosa.
    La anatomía vascular de la cadera en el niño, la cabeza femoral recibe sangre a través de vasos epifisiarios, ligamento redondo o vasos metafisiarios. La mayor irrigación en el niño es mediante vasos metafisiarios, en la niñez tardía y adolescencia es el ligamento redondo y epifisiarios, posterior al cierre de la fisis los metafisiarios son quienes tienen el aporte sanguíneo principal; los vasos circunflejos mediales y laterales forman anillos anstomóticos.
    La osificación de la cabeza femoral es a los 8 meses, se fusiona con el cuello a los 15-21 años. La apófisis trocanterica inicia osificación a los 4 años y se fusiona a los 14-16 años. Durante la niñez tardía existe cartílago de crecimiento en la parte superior del cuello femoral, entre la epífisis y la apófisis trocanterea. Toda fractura que atraviese las zonas con cartílago puede provocar deformidades residuales en la cadera.

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