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domingo, 6 de marzo de 2016

FRACTURA DE MESETA TIBIAL

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  2. Posterior tibial plateau fracture: a new
    treatment-oriented classification
    and surgical management
    Hong-Wei Chen1*, Chang-Qing Chen2*, Xian-Hong Yi3
    fractura de meseta tibial posterior es causado cuando la meseta tibial posterior es afectada por el cóndilo femoral mientras la rodilla conjunta, en semi flexión o posición flexionada, sufre a partir de una tensión en varo-valgolos
    Schatker V y IV tuvieron los porcentajes más altos.
    Estas lesiones forman un patrón de lesión especial de principalmente desplazamiento posterior así
    descrito por la AO
    El análisis adecuado de la radiografía lateral y TC y exploraciones aclara el patrón de fractura y permite
    la planificación de un tratamiento adecuado. En el posición del Genuflexo, el cóndilo lateral tiene una mayor desplazamiento posterior de la medialcóndilo (cóndilo medial: 5-6 mm). La conexión entre el dos puntos (antes y después de la izquierda y derecha desplazamiento) forma un ángulo de 20 °. Por lo tanto,los bloques de hueso de condilar posterior lateral escisiones son más pequeños, mientras que los de la parte posterior de Medial fracturas condilares son más grandes.
    Mayormente, el cóndilo posterior lateral sufre de la compresión
    Este hecho podría estar asociado con
    la mayor resistencia de la corteza medial, y también con la Rotacion externa

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  3. Original Article
    Posterior tibial plateau fracture: a new
    treatment-oriented classification
    and surgical management
    Hong-Wei Chen1*, Chang-Qing Chen2*, Xian-Hong Yi3
    fractura de meseta tibial posterior es causado cuando la meseta tibial posterior es afectada por el cóndilo femoral mientras la rodilla conjunta, en semi flexión o posición flexionada, sufre a partir de una tensión en varo-valgolos
    Schatker V y IV tuvieron los porcentajes más altos.
    Estas lesiones forman un patrón de lesión especial de principalmente desplazamiento posterior así
    descrito por la AO /
    El análisis adecuado de la radiografía lateral y TC
    exploraciones aclara el patrón de fractura y permite
    la planificación de un tratamiento adecuado. En el posición del Genuflexo, el cóndilo lateral tiene una mayor desplazamiento posterior de la medialcóndilo (cóndilo medial: 5-6 mm). La conexión entre el dos puntos (antes y después de la izquierda y derecha desplazamiento) forma un ángulo de 20 °. Por lo tanto,los bloques de hueso de condilar posterior lateral escisiones son más pequeños, mientras que los de la parte posterior de Medial fracturas condilares son más grandes.
    Mayormente, el cóndilo posterior lateral sufre
    de la compresión, mientras que el posterior medial
    cóndilo permanece dividida. composición del cóndilo medial
    sión es raro. En este grupo, había una
    caso de fractura por compresión del Poste- medial
    cóndilo rior. Este hecho podría estar asociado con
    la mayor resistencia de la corteza medial, y también con la Rotacion externa

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  5. El extremo que se articula con el fémur es ancho y tiene dos cavidades glenoideas interna y externa que se articulan con los cóndilos del fémur. Tiene una cara superior plana denominada "platillo tibial", de donde emerge una eminencia entre las cavidades glenoideas (espina de la tibia) . Esta eminencia encaja en la fosa intercondílea del fémur, está dividida por una escotadura es dos: tubérculo interno y tubérculo externo, hay dos superficies triangulares y rugosas llamadas superficies preespinal y retroespinal. Las dos cavidades glenoieas descansan entre tuberosidades de la tibia ; la tuberosidad interna o cóndilos medial y La tuberosidad externa o cóndilo lateral . las dos tuberosidades están separadas por el tubérculo anterior.
    Dentro de las clasificaciones de las fracturas de meseta tibial, se encuentra la clasificación de Marchant la cual clasificaba las fracturas por sus segmentos y depresión, la clasificación de Duprac, la clasificación de Schatzker que es una de las principlaes clasificaciones usadas en estados unidos, y la clasificación de la AO, Las fracturas unicondilares laterales corresponden a las clasificaciones Schatzker tipo 1, 2 y 3 . AO B1.1, B2.2,B3.1,. la fractura espinocondilar medial de duprac, corresponden a fracturas B1.3. o B3.3 de la AO. Las fracturas bicondilares de duprac corresponden a las fracturas C1 y C2 de la AO.
    En la clasificación de Shatzker V existe lesión bicondilea con presencia de conminucion a nivel articular o metafisiaria. Las clasificaciones no son equivalentes por lo que son complementarias un ejemplo es que no existe una clara clasificación para lesiones posteriores donde solo se abarcan estas lesiones en la clasificación de Duprac.
    .
    Gicquel TTibial plateau fractures: reproducibility of three classifications (Schatzker, AO, Duparc) and a revised Duparc classification. Orthop Traumatol Surg Res. 2013 Nov;99(7):805-16

    Ricardo Hernández R1TyO

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  6. La meseta tibial presenta en su cara superior 2 superficies articulares (cavidades glenoideas), rodeadas de la superficie articular (platillo tibial medial y lateral) sobre las cuales se encuentran los meniscos; los ligamentos meniscotibiales sujetan los meniscos a la periferia de los platillos tibiales. El platillo medial es de mayor tamaño y cóncavo, el platillo lateral es más alto y convexo. En medio de las superficies articulares presenta las tuberosidades intercondíleas o eminencia condílea la cual no es articular y proporciona el punto de inserción para los ligamentos cruzados, las fracturas aisladas en esta región son por avulsión del ligamento cruzado anterior. Existen tres prominencias óseas situadas a 2-3cm distales a la meseta tibial: en la región anterior está el tubérculo tibial donde se inserta el ligamento rotuliano, medialmente la pata de ganso constituye la inserción de los músculos isquiotibiales mediales, lateralmente el tubérculo de Gerdy constituye el sitio donde se inserta la banda iliotibial. Las cavidades articulares están soportadas por los cóndilos tibiales medial y lateral; el cóndilo medial es más resistente que el lateral, como resultado, las fracturas del platillo lateral son más frecuentes. El cóndilo lateral presenta una carilla articular para recibir a la cabeza fibular. La articulación tibioperonea proximal está localizada en la zona posteroexterna respecto a la tuberosidad tibial externa; la cabeza del peroné sirve de inserción para el ligamento lateral externo y al tendón del bíceps, actuando además como contrafuerte para la cara externa del platillo tibial.
    La clasificación más utilizada para las fracturas de la meseta tibial es la de Schatzker, en la cual los tipos I-III son lesiones de baja energía, las fracturas IV a VI son lesiones de alta energía. Las fracturas del tipo I se producen en general en individuos jóvenes y se asocian a lesiones del ligamento colateral medial; las fracturas tipo III con raras y sólo se producen en individuos ancianos o con osteopenia.
    Selene Ivonne Larios Fernández R1 TyO

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  7. Schatzker I Fractura por separación del platillo lateral; II Separación y hundimiento del platillo lateral (más frecuente); III Hundimiento del platillo lateral: IV Fractura del platillo medial; V Fractura bicondílea; VI Fractura de la meseta con separación de la metáfisis con respecto a la diáfisis.
    Clasificación de Moore: Tipo 1 separación del platillo medial en el plano coronal; Tipo 2 fractura completa del cóndilo, el trazo de fractura comienza en el compartimento opuesto y se extiende a través de la eminencia tibial; Tipo 3 fractura marginal por avulsión (se asocian a una alta tasa de lesiones neurovasculares concomitantes); Tipo 4 fractura marginal por hundimiento del reborde, asociada con lesiones ligamentarias contralaterales; Tipo 5 fractura en cuatro partes, la eminencia tibial está separada de los cóndilos y de la diáfisis tibial.
    Clasificación AO las separa en extraarticulares, articular parcial y articular completa.
    Se han desarrollado nuevos sistemas de clasificación, en 2010 Luo et al publicaron la clasificación de 3 columnas en base a la imagen de TAC en corte axial, la cual divide a la meseta tibial en columna lateral, medial y posterior con el objetivo de mejorar la toma de decisión quirúrgica, sin embargo no incluye algunas características importantes como fracturas de la espina y tuberosidad tibial.
    Principios de la AO en el tratamiento de fracturas, P. Ruedi, Thomas, M. Murphy, William, cap 4.8.1, pp 503-505
    Interobserver reliability of the Schatzker and Luo classification systems for tibial plateau fractures, Jos J. Mellema, Job N. Doornberg, Traumaplatform Study Collaborative & Science of Variation Group, Injury, Int. J. Care Injured, 2016

    Selene Ivonne Larios Fernández R1 TyO

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  8. The Effect of Sagittal Plane Deformities after Tibial Plateau Fractures to Functions and Instability of Knee Joint.
    Erdil M1, Yildiz F, Kuyucu E, Sayar Ş, Polat G, Ceylan HH, Koçyiğit5 F
    Acta Chir Orthop Traumatol Cech. 2016;83(1):43-46.
    Las fracturas de meseta tibial son lesiones frecuentes cuyo tratamiento óptimo todavía no está definido, existiendo para un mismo tipo de fractura diversas opciones de manejo quirúrgico como reducción abierta y fijación interna, reducción cerrada con síntesis percutánea, fijación externa, sin olvidarnos del tratamiento conservador. El mecanismo de producción de estas fracturas es a través de grandes deformaciones en varo o valgo a las que se añade un componente de carga axial. El traumatismo puede ser directo o indirecto, determinando la magnitud de la fuerza actuante el grado de desplazamiento y conminución de la fractura, así como la afectación de partes blandas. Como en cualquier fractura intraarticular un tratamiento erróneo puede dar lugar a inestabilidad, deformidad y limitación de la movilidad con los consiguientes cambios artrósicos derivados de la incongruencia articular. La reducción abierta y fijación interna intentando la restitución anatómica es un método comúnmente utilizado en este tipo de fracturas, existiendo pocos estudios que evalúen los resultados funcionales a largo plazo. Además, los resultados de numerosas publicaciones pueden ser cuestionados debido a la inclusión en un mismo estudio de fracturas tratadas con métodos muy diferentes.
    Las fracturas de platillo tibial corresponden al 1% de las fracturas del aparato locomotor. Se producen por mecanismo de varo/valgo forzado con carga axial. Estas fracturas afectan el platillo tibial externo en un 65-70% de las veces. Esto es por distintas circunstancias facilitadoras como eje anatómico en valgo, convexidad del platillo, saliente lateral de la meseta tibial externa, el peroné que ejerce función de pilar. Algunos autores preconizan el tratamiento ortopédico aunque actualmente rige la reducción exacta como el factor más importante para el pronóstico”. El objetivo en el tratamiento de una fractura intraarticular es una restauración anatómica de la articulación y una rígida estabilización de la misma”. Teniendo como alternativas la cirugía a cielo abierto con placas y tornillos y la cirugía percutá- nea bajo visión artroscópica con menor morbilidad y consecuentemente con una rehabilitación y un retorno a las actividades más rápida en comparación con la técnica abierta. Es necesario evaluar la edad, el estado general del paciente, las lesiones de tejidos vecinos, el estado de la piel, el tipo de fractura y el grado de hundimiento por lo que cada caso debe ser abordado en forma individual.El tratamiento más adecuado de las fracturas de meseta tibial todavía es objeto de controversia. Hay que tener en cuenta que una misma fractura puede ser tratada con métodos diferentes en función de la edad y de la actividad de la persona afectada.
    Como en toda fractura intraarticular la tendencia del cirujano ortopédico irá encaminada a lograr una reducción lo más anatómica posible además de una movilización precoz, aunque se ha sugerido que los resultados a largo plazo de las fracturas de meseta tibial dependen más de la estabilidad de la rodilla y de la edad del paciente que de una reducción anatómica de la superficie articular, no existiendo correlación estadística entre los resultados clínicos y los radiológicos, y tampoco se ha encontrado una relación clara entre la depresión residual del platillo y el desarrollo de artrosis más o menos grave. Los resultados de este trabajo apuntan en las direcciones de estas publicaciones recientes, siendo la edad en el momento de la fractura un factor determinante en la función de la rodilla sea cual sea el tipo de fractura, si bien en las fracturas bituberositarias con extensión a la metáfisis (fracturas de alta energía) se obtienen peores resultados con cierta independencia de la edad

    Dr. Jesús Huberto Alamillo Pimentel R3TYO

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  9. Functional outcome of Schatzker type V and VI tibial plateau fractures treated with dual plates
    G Thiruvengita Prasad, T Suresh Kumar, R Krishna Kumar, Ganapathy K Murthy, Nandkumar SundaramDepartment of Orthopedics, 2013 vol 47
    El tratamiento ideal de las fracturas de meseta tibial de alta energía sigue siendo controvertido. La reducción abierta y fijación interna rígida logra el cumplimiento de la congruencia articular anatómica y restauración de la alineación mecánica, al tiempo que permite la movilización precoz de la rodilla. Sin embargo, la reducción abierta y fijación interna, específicamente a través de los tejidos blandos comprometidos, históricamente se ha asociado con las principales complicaciones de la herida.

    Se evaluaron los resultados funcionales y complicaciones de fracturas de meseta tibial Schatzker V y VI tratados con una placa lateral a través de un abordaje anterolateral y una placa medial a través de un abordaje medial mínimamente invasiva o un enfoque posteromedial abierta.

    El uso de técnicas de reducción abierta y fijación interna históricamente se ha asociado con complicaciones de la herida, especialmente cuando se emplea una única incisión en la línea media o una incisión . Esto ha dado lugar a la aparición de métodos alternativos de fijación, tales como la fijación de Ilizarov anillo, fijación externa con fijación interna limitada, la fijación externa híbrida, etc., logrando una buena reducción y fijación estable de la articulación de la rodilla es una tarea difícil en la fijación externa.
    la fijación rígida con buena reducción articular es un objetivo importante de la cirugía para obtener un buen funcionamiento de la rodilla. la reducción abierta y fijación interna logra este objetivo. La mayoría de las técnicas de reducción abi erta se asociaron con tasas de complicaciones de la herida alta debido a la línea media por vía anterior. Alcanzar el fragmento posteromedial a través de una sola incisión provoca amplia legrado perióstico y una amplia disección muscular y puede dificultar la reducción también. las incisiones duales son mejores que una sola incisión.

    En este articulo se hace una revisión de las principales complicaciones desde el momento de la fractura y de la cirugia de reducción en la cual la condicionante mas importante es la lesión de los tejidos blandos. Se mencionan las complicaciones a corto mediano y largo plazo.

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  10. Mehin, et al. “Endstage arthritis following tibia plateau fractures: averga 10-year follow-up” Canadian J Surg 55(2); Apr 2012

    El desplazamiento de fracturas intra-articulares es considerado un factor de riesgo mayor para artrosis pos-traumática. Se ha establecido que los pacientes con fracturas de meseta tibial tienen un riesgo elevado de artrosis postraumática que requiere cirugía reconstructiva y sin embargo, esta incidencia es desconocida, con escasos reportes que indican gonartrosis de un 23-44%.

    En este estudio realizado con 377 pacientes con fractura de meseta tibial tratados de 1987 a 1994, encontrando que únicamente 13 de ellos (4.5%) requirieron tratamiento de gonartrosis, 8 de ellos con artroplastia total de rodilla, coincidiendo con otro estudio en el que se reporta una incidencia del 5%, sin embargo, el estudio tiene la limitación de que únicamente el 30% fueron fracturas de Schatzker tipo VI.

    R4 Estefania Hernández Solano

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  11. A useful surgical strategy for proximal tibial fractures (AO/OTA type 41-C) with diaphyseal involvement.
    Wu D1, Reng G1, Shrivastava A1, Yu Y1, Zhang Y1, Peng C1.
    Int J Clin Exp Med. 2015 Aug 15;8(8):13455-63. eCollection 2015.

    Pocos estudios han abordado la estrategia quirúrgica para las fracturas complejas de tibia proximal por ahora. El propósito de este estudio fue evaluar los resultados de una sola placa lateral de cierre utilizando osteosíntesis con placa mínimamente invasiva (MIPO) para las fracturas de tibia proximal tipo 41-C por AO con la participación de la diáfisis. De junio 2009 a junio 2014, 20 pacientes (quince mujeres y cinco hombres, edad media 35,8 años) fueron manejados por las fracturas de tibia proximal que se extienden en la región de la diáfisis del hueso, incluyendo tres 41-C1, once 41-C2, y seis 41-C3. Doce pacientes eran fracturas abiertas. Una placa de bloqueo lateral única caracterizada por la tecnología percutánea se usó con o sin tornillos de compresión adicionales. La movilización se inició inmediatamente después del procedimiento, sin carga y se mantuvo durante al menos 6 semanas, y luego progresivamente con carga dependieno tanto de los hallazgos clínicos y de rayos x. Injerto óseo se coloco en 4 casos con un defecto óseo inicial masivo y se utilizó en uno para el tratamiento de la pseudoartrosis. Ningún paciente tuvo desalineación mayor a 10 °, rango aceptable de movimiento de la rodilla de ≥120 ° . Las complicaciones incluyen la infección superficial en un paciente. En conclusión, la estrategia quirúrgica puede proporcionar resultados favorables en el tratamiento de las fracturas de tibia proximal tipo 41-C por AO con la participación de la diáfisis.

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  12. Prolonged operative time increases infection rate in tibial plateau fractures
    Matthew Colman, Adam Wright, Gary Gruen, Peter Siska, Hans-Christoph Pape, Ivan Tarkin
    Injury Volume 44, Issue 2, February 2013, Pages 249–252

    Las fracturas de la meseta tibial son suceptibles a tiempo quirurgicos prolongados y a altas tasas de infeccion postoperatoria.
    En este articulo donde se realizo un estudio retrospectivo controlado con 309 fracturas de meseta tibial tanto unicondilares como bicondilares que fueron tratados con reduccion abierta y placas y donde se tomaron en cuenta: el tiempo de la operacion, las caracteristicas de las lesiones, el tratamiento quiurgico.

    El paradigma de tratamiento óptimo para fractura desplazada de la meseta tibial es la reduccion abierta y fijación interna, la preservación de los tejidos blandos sanos, la restauración del eje mecánico y la reducción conjunta y meticulosa son los principios primarios del tratamiento en este tipo de fracturas. El cuidado postoperatorio de una fractura de meseta de alta energía requiere habilidades de reducción de la fractura avanzadas y una meticulosa manipulación de tejidos blandos, por lo tanto los tiempos de operación pueden ser extendidos.

    En la era pre-moderna, las tasas de infección profunda tras una reduccion abierta de la tibia proximal eran de hasta el 80% sin embargo con las técnicas modernas, como el retraso de la cirugía definitiva, el uso temporal de fijación externa, y la manipulación de los tejidos blandos de forma meticulosa han mejorado los resultados de la reduccion abierta, a pesar de esto, las tasas de complicaciones de la necrosis de la herida y la infección todavía se reportan en un rango de 10-14%. Una de las variables que pueden afectar la tasa de infección y sigue siendo poco investigado es el tiempo quirúrgico.

    Se encontró que los tiempos de operación más largos son un importante predictor de infeccion postquirurgica en las fracturas de la meseta tibial. Se ha informado de manera efectiva que por cada hora extra de tiempo quirúrgico, el riesgo de infeccion postquirurgica aumenta aproximadamente un 78%.

    En conclusion: Los tiempos operatorios cercanos a las 3 h y las fracturas expuestas de la meseta tibial están relacionados con un mayor riesgo global de infección del sitio quirúrgico, lo cual conlleva a complicaciones mas graves que condicionan un pronostico muy desfavorable tanto para la vida como para la funcion.

    DR. HIROSHI SEKISAKA
    R3TYO
    H.G. XOCO

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  13. H G DR RUBEN LEÑERO

    DR AGREDA SANTANA ALDO JOSUÉ
    R2 TYO

    AUTOR: Erahim Ghayem Hassankhani et al
    TITULO: Treatment of Complex Proximal Tibial Fractures (Types V & VI of Schautzker Classification) by Double Plate Fixation with Single Anterior Incision. Open Journal of Orthopedics, 2013, 3, 208-212

    Como introducción tenemos que las las fracturas de tibia proximal complejos (los tipos V y VI de la clasificación Schautzker) son los principales problemas de cirugía ortopédica por su asociación con altas tasas de complicaciones. De esto se desprenden muchas s alternativas en el tratamiento de estas fracturas.
    Por lo que los autores del presnete artículo establecieron evaluar los resultados de doble recubrimiento con una sola incisión anterior en las fracturas de tibia proximal complejas. (Tipos V y VI de la clasificación Schautzker. Para esto de una muestra de 22 pacientes (16 hombres y 6 mujeres) con tipos
    V y VI de la clasificación Schautzker de las fracturas proximales de tibia (14 casos fueron de tipo V y 8 casos fueron del tipo VI) fueron tratados con un doble recubrimiento con el método de incisión única anterior en unperiodo de 5 años. El resultado funcional se evaluó de acuerdo con la Sociedad Knee Score. Resultados y los resultados fueron los siguientes: excelente en 19 pacientes (86,4%), bien en 2 pacientes (9,1%), justo en 1 paciente (4/5%), y pobres en Ninguno de los pacientes (0%)

    Por lo anterior pudieron concluir que la fijación de doble placa con una sola incisión anterior es la mejor, eficaz y sencilla forma de abordar quirúrgicamente estas lesiones como base en el tratamiento de las fracturas complejas de tibia proximal (tipos V y VI de la clasificación Schautzker).

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  14. Anatomía y clasificación

    Esta constituida por 2 grandes masa óseas, los cóndilos tibiales, adosados uno al lado del otro, que soportan las superficies articulares para el fémur. La cara superior presenta una amplia superficie aplanada a modo de meseta (mesa tibial) en la que se distinguen las dos superficies articulares condíleas ( cavidades glenoideas de la tibia) separadas por el espacio intecondíleo (espacio interglenoideo). Las superficies articulares tienen forma ovoide, están ligeramente deprimidas y se revisten de cartílago articular, la interna es algo mas cóncava y alargada que la externa, para la inserción de sus respectivos meniscos, en medio de las superficies articulares presenta las tuberosidades intercondileas, que sirven como punto de origen para los ligamentos cruzados.

    Actualmente, los sistemas mas comunes para clasificar las fracturas de meseta tibial son la clasificación de Schatzker y el sistema de clasificación AO/OTA. A pesar de que el sistema Schatzker puede ser mas fácil de recordar, la clasificación comprensiva de la AO/OTA es ahora comúnmente usada por las publicaciones científicas y eso garantiza un entendimiento. La clasificación Hohl-Moore puede ser aplicada a las variantes de fractura-luxación que no entran en la clasificación de Schatzker, se divide en: tipo I: fractura coronal, Tipo II: Cóndilo total Tipo III: Avulsión del borde, Tipo IV: Compresión del borde, Tipo V: 4 partes. La clasificación de Schatzker es superior a la de Hohl-Moore e incluso superior a la clasificación AO/OTA, está basada en la apariencia de la fractura en radiografías simples, fue publicada en 1979 y es popular en toda norte América, combina la localización de la fractura y el patrón, reconociendo las fracturas de meseta tibial por separado. Lo atractivo de ésta clasificación es su simplicidad, como regla general, la clasificación de Schatzker se puede dividir en variantes de baja energía ( tipos I-III) y variantes de alta energía (tipos IV-VI), alternativamente se puede dividir en unicondilar (tipos I-IV) y bicondilar (tipos V y VI) . La clasificación de la AO/OTA fue publicada en 1996 y es usada para evaluar todas las fracturas de los huesos largos, en esta clasificaicón la tibia proximal se distingue por el número 41 ( el 4 se refiere a la tibia, y el 1 se refiere al segmento proximal, igual en longitud a la anchura de la articulación lineal en la rodilla) con cada segmento del hueso, la AO divide a las fracturas en 3 tipos, denotados por las letras A, B y C. Para los segmentos articulares, estos tres tipos son (A) extraarticulares, que pueden ocurrir en la metáfisis o epífisis (B) articulares parciales, (C) fracturas articulares completas, trauma de alta energía. Cada una de estas fracturas es dividida a su vez en 3 grupos numerados del 1 al 3, los cuales está divididos a su vez en 3 subgrupos que se indican por números decimales 0.1 0.2 y 0.3 los grupos y los números de subgrupos fueron asignados en orden de la presunta severidad. Clasificación de Chertsey, es el único sistema mecanistico que actualmente se usa, principalmente usado en Europa. Chertsey I: Valgo, Chertsey II Varo, Chertsey III Axial.


    Cole Peter A., Lafferty Paul M., Levy Bruce A., Watson J. Tracy. Skeletal and Trauma, Chapter 62 Tibial Plateau Fractures, pp- 1937-2015.

    Rajesh J. Sawarbandhe, Management of tibial plateau fractures. A tesis for Orthopaedics. University of Seychelles and American Institute of Medicine 2012.

    Christopher Kweon, Evan S. Lederman, and Anikar Chhabra Anatomy and Biomechanics of the Cruciate Ligaments and Their Surgical Implications. The Multiple Ligament Injured Knee: A Practical Guide to Management, Springer Science+Business Media New York 2013

    Hui Sun, Cong-Feng Luo , Guang Yang, Hui-Peng Shi, Bing-Fang Zeng. Anatomical evaluation of the modified posterolateral approach for posterolateral tibial plateau fracture. European Journal of Orthopaedic Surgery & Traumatology, October 2013, Volume 23, Issue 7, pp 809-818

    Dr. Ociel Acosta Escalona R1 TyO

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  15. Los objetivos del tratamiento de la fractura de la meseta tibial son la obtención de la congruencia articular, la consolidación ósea, y conseguir una articulación estable, alineada, móvil e indolora, además de la reducción al mínimo del riesgo de artrosis postraumática. Se recomienda seleccionar el tipo de tratamiento que obtenga la mejor congruencia articular, consolidación ósea, estabilidad articular, alineación, con restablecimiento de la movilidad y disminución de la secuela resultante, a fi n de evitar las deformidades angulares en la rodilla.



    Las indicaciones para el tratamiento conservador son las siguientes: • Fracturas sin hundimiento y no desplazadas, o con desplazamiento mínimo (≤ 3 mm de incongruencia articular). • Fracturas incompletas. • Fracturas estables poco desplazadas del platillo externo. • Fracturas inestables del platillo externo en pacientes de edad avanzada con baja demanda funcional. • Enfermedades asociadas graves (cardiovasculares, metabólicas, neurológicas). • Osteoporosis signifi cativa. • Lesión de la medula espinal. • Fracturas infectadas.

    El tratamiento quirúrgico se realiza, en la mayoría de los casos, mediante una síntesis estable que permite la movilización precoz de la rodilla. Son importantes el grado de hundimiento, que, de acuerdo con los reportes, oscila entre 3 y 10 mm, y el grado de desplazamiento de los fragmentos, así como angulaciones en varo o valgo mayores de 10 grados; sin embargo, lo que realmente determina la indicación quirúrgica es la estabilidad de la articulación.

    controversies in the management of tibial plateau fracturies, so jornal orthopaed. 2011

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  16. Meseta tibial presenta en su cara superior 2 superficies articulares (cavidades glenoideas), rodeadas de la superficie articular para sus respectivos meniscos.
    En medio de las superficies articulares presenta las tuberosidades intercondileas, que sirven como punto de origen para los ligamentos cruzados. (esquema de vista superior)
    Las cavidades articulares están soportadas por los cóndilos tibiales medial y lateral. Este último presenta una carilla articular para recibir a la cabeza fibular. El cóndilo medial es más desarrollado.
    En la región anterior de la epífisis proximal se encuentra la tuberosidad anterior de la tibia, sitio de inserción del ligamento patelar.

    Alvarez L. A., et al., Clasificación de Schatzker en las fracturas de la meseta tibial, Archivo Médico de Camagüey, v.14 n.6 Camagüey nov.-dic. 2010 pp. 1-12.
    Clasificación de Schatzker
    Fracturas de baja energía
    1. Fracturas Desplazadas del Platillo Tibial Lateral: se observan en pacientes jóvenes, no existe hundimiento de la superficie articular debido a la fortaleza del hueso esponjoso, cuando esta fractura es desplazada el menisco lateral es desgarrado y puede desplazarse dentro del foco de fractura.
    2. Fracturas Desplazadas y Deprimidas: ocurre en pacientes generalmente por encima de la cuarta década de la vida donde existe debilidad del hueso subcondral.
    3. Fracturas Deprimidas o con Hundimiento de la Superficie Articular: ocurre como resultado de un trauma de baja energía en pacientes ancianos con presencia de osteoporosis, la incidencia de lesión ligamentosa es muy baja.
    Fracturas de alta energía
    4. Fracturas del cóndilo medial: usualmente afecta todo el cóndilo, es causada por un mecanismo de varo forzado y compresión axial. Esta fractura tiene una alta 5 incidencia de daño de ligamentos (cruzado anterior y laterales), distensión del nervio peroneo, daño de la arteria poplítea y del menisco interno.
    5. Fracturas Bicondilares: en estas fracturas existen deslazamiento de los dos condilos tibiales, el patrón característico es la fractura del cóndilo medial con fractura deprimida o deslazada del cóndilo lateral, al ser una fractura causada por un mecanismo de alta energía, se debe realizar un examen neurovascular minucioso.
    6. Fracturas con Disociación Metafiso-Diafisiaria: son fracturas conminutas con la apariencia radiográfica de una explosión. Presentan una alta incidencia de Síndrome Compartimental y daño neurovascular. La aplicación de tracción produce distracción metafiso-diafisiara en vez de lograr la reducción de la superficie articular.

    José Armando Camelo Andrade R1TyO

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  17. Yi Zhu, Inter-observer reliability assessment of the Schatzker, AO/OTA and three-column classification of tibial plateau fractures, Journal of Trauma Management & Outcomes 2013, 7:7

    ANATOMIA QUIRUGICA

    La tibia es el mayor hueso de carga de la pierna con el peroné sirviendo de fijación para los músculos y completándose con la articulacion del tobillo en su cara lateral. La diafisis proximal de la tibia se ensancha en los condilos tibiales lateral y medial, las superficies articulares oseas de la tibia se ladean inferiormente alrededor de 10 grados de anterior a posterior. Entre los platillos esta la eminencia intercondilea que tiene unas espinas tibiales medial y lateral y zonas de fijacion de los meniscos y los ligamentos cruzados. Dos eminencias en la zona subcondilea sirven como punto de fijacion para los tendones. La tuberosidad tibial se localiza en la cresta tibial anterior 2.5 cm por debajo de la linea articular proporcionando la fijacion para el tendon rotuliano.
    Los platillos tibiales estan cubiertos por un cartilago hialino de aproximadamente 3 mm de grosor el platillo medial y 4 mm en el platillo externo.

    Clasificacion

    Clasificacion de Schatzker es la mas utilizada,se divide en 6 tipos las primeras 3 son de baja energia y las ultimas 3 son de alta energia.
    clasificacion de More de las fracturas-luxacion de la rodilla se divide en 5 tipos
    clasificacion de Hohl Combino su clasificacion con la de Moore en una nueva clasificacion en las que las fracturas estaban divididas en dos categorias minimamente desplazadas y desplazadas.
    Clasificacion de la AO paraa fracturas proximales originalmente divididas en cuña, hundidas y en cuñas-hundidas.
    La clasificacion de tres columnas (medial,lateral y posterior) mediante TC 3D permite visualizar fracturas posteriores que en ocasiones no se observan en radiografias simples y permite una planificacion quirurgica.

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  19. GERARDO LUGO RESIDENTE DE TERCER AÑO DE TRAUMATOLOGIA Y ORTOPEDIA
    Qilin Zhai, Multi-plate reconstruction for severe bicondylar tibial plateau fractures of young adults, International Orthopaedics (SICOT) (2014) 38:1031–1035 DOI 10.1007/s00264-013-2211-z
    El objetivo este estudio fue evaluar los resultados clínicos y complicaciones después de la reconstrucción de placas múltiples para El tratamiento de fracturas graves de meseta tibial bicondílea en Adultos jóvenes.
    Se analizaron casos entre septiembre de 2007 y febrero de 2012, con pacientes con fracturas de meseta tibial bicondílea. Los Criterios de inclusión fueron quienes fueron tratados media nte la técnica de placas múltiples, con un Seguimiento medio de 40,8 (rango, 18-64) meses, en El Hospital de la Universidad Jiaotong de Shanghai, No.600 Yishan Road, Shanghai, China.
    Los métodos utilizados para la fijación de una fractura de meseta tibial bicondilea son placas, fijadores externos o la artroplastia total de rodilla dentro de las mas comunes. Pero para los adultos jóvenes con fracturas de meseta tibial relativamente estables, de acuerdo a la literatura se prefiere una fijación con placas, utilizando incisiones mediales y laterales para la colocación de las mismas, en este estudio se utilizo la tomografía computarizada para determinar la morfología clara de la fractura asi como se descarto pacientes con osteoporosis y artritis. Como objetivo del tratamiento se quería restablecer el eje mecanico y la estabilidad de la rodilla, asi como prevenir la rigidez de la rodilla. Se indico movilidad pasiva inmediata postquirúrgica y a pesar de ello un 23%no pudieron llegar a una extensión completa. La mala alineacon de la rodilla de mas de 10° produce pobres resultados a largo plazo y mayor riesgo de complicaciones. Al presentar fracturas bicondilares se vio que el trazo de fractura en la meseta medial era mas simple que la lateral por lo que la reducción se iniciaba en la meseta tibial medial para poder determinar la morfología de la fractura. Se observo que un tiempo operatorio mayor de 210 minutos era un fator de mayor riesgo para complicaciones con respecto a los tejidos blandos como dehiscencia o infección profunda por lo que se hizo incapie además de la preservación de la vasculatura en la región.
    En conclusión se encontraron complicaciones en 37.5 % de los pacientes, contra 30 a 41.5 % descrito en la literatura mundial, dentro de las cuales las infecciones superficiales y profundas siguen siendo un problema significativo en este tipo de lesiones debido al mecanismo de alta energía en los tejidos blandos. Otras complicaciones menos frecuentes son las deformidades angulares residuales, siendo más frecuente la deformidad en varo en comparación con la deformidad angular en valgo de la rodilla. También se encntro lesión del nervio peroneo .
    Dentro de las complicaciones posquirúrgicas tardías se puede esperar pseudoartrosis, la pérdida de la fijación o aflojamiento de los materiales de osteosíntesis Un tiempo de isquemia menor a 120 minutos no incrementa el riesgo de los casos de lesión de nervio peroneo o arteria poplítea y podría permitir una mejor visión del sitio de fractura cuando se realiza la reducción de forma abierta, como también mejor control del sangrado. Y una ultima complicación a largo plazo encontrada pero no menos importante es la osteoartritis postraumática la cual fue presente a pesar del tratamiento otorgado en oacientes jóvenes lo cual requirió en el mayor de los casos artroplastia de la rodilla afectada.

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  20. PARTE 1

    La meseta tibial, esta constituida por 2 regiones óseas, los cóndilos tibiales, unidos a su vez por pilares mediales que permiten la estancia uno al lado del otro, estos brindan sostén al fémur, en el eje axial, así como sostén lateral de los cóndilos femorales unidos a los complejos ligamentarios de la meseta tibial. La tibia es el mayor hueso de carga de la extremidad inferior, se articula con el peroné sirviendo de fijación para los complejos ligamentarios, musculares y tendinosos adyacentes. Entre los platillos esta la eminencia intercondilea, la meseta tibial tiene unas espinas tibiales medial y lateral y zonas de fijación de los meniscos y los ligamentos cruzados. Dos eminencias en la zona subcondilea sirven como punto de fijación para los tendones. Los platillos tibiales están cubiertos por un cartílago hialino de aproximadamente 3 mm de grosor el platillo medial y 4 mm en el platillo externo. La cara superior presenta una amplia superficie aplanada a modo de meseta en la que se distinguen las dos superficies articulares condíleas ( cavidades glenoideas de la tibia) separadas por el espacio intecondíleo (espacio interglenoideo). Las superficies articulares tienen forma ovoide, están ligeramente deprimidas y se revisten de cartílago articular, la interna es algo mas cóncava y alargada que la externa, para la inserción de sus respectivos meniscos, en medio de las superficies articulares presenta las tuberosidades intercondileas, que sirven como punto de origen para los ligamentos cruzados.

    DR ALEJANDRO ISMAEL LOPEZ ATRISTAIN R1 TYO

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  21. PARTE 2
    Las fracturas de meseta tibial representan el 1-2% de todas las fracturas humanos. fracturas complejas que afectan a la superficie articular tibial y que acompañan a las lesiones de la cubierta de tejido blando pueden ser un desafío especial para el cirujano. La clasificación del Grupo de Trabajo para la osteosíntesis (Arbeitsgemeinschaft für Osteosynthesefragen, AO) es aceptado como el estándar de oro pero en los países de habla Inglés se prefiere la clasificación por Schatzker. La gravedad de la lesión de tejidos blandos es el factor principal para determinar el momento de la cirugía y para la toma de decisiones perioperatorias. Los criterios de referencia en diagnóstico por imágenes son las proyecciones radiográficas simples convencionales en dos planos y la tomografía computarizada, más reconstrucción 3D. La resonancia magnética desempeña el papel más importante en la evaluación de lesiones concomitantes de ligamentos y meniscos. Actualmente, la clasificación de Schatzker, se divide en: tipo I: fractura coronal, Tipo II: Cóndilo total Tipo III: Avulsión del borde, Tipo IV: Compresión del borde, Tipo V: 4 partes. La clasificación de Schatzker es mas valiosa que la clasificación AO/OTA, está basada en la apariencia de la fractura en radiografías simples. La clasificación de la AO/OTA fue publicada en 1996 y es usada para evaluar todas las fracturas de los huesos largos, en esta clasificación la tibia proximal se distingue por el número 41 ( el 4 se refiere a la tibia, y el 1 se refiere al segmento proximal, igual en longitud a la anchura de la articulación lineal en la rodilla) con cada segmento del hueso, la AO divide a las fracturas en 3 tipos, denotados por las letras A, B y C. Para los segmentos articulares, estos tres tipos son (A) extraarticulares, que pueden ocurrir en la metáfisis o epífisis (B) articulares parciales, (C) fracturas articulares completas, trauma de alta energía. Cada una de estas fracturas es dividida a su vez en 3 grupos numerados del 1 al 3, los cuales está divididos a su vez en 3 subgrupos que se indican por números decimales 0.1 0.2 y 0.3 los grupos y los números de subgrupos fueron asignados en orden de la presunta severidad.
    Tibial plateau fractures: State of the art treatment  (Article in press )
    [Tibiakopffrakturen: Stand der Versorgung]
    Rixen, D.ab ,Mester, B.a
    Trauma und Berufskrankheit
    26 June 2015, 7p
    a  Klinik für Orthopädie und Unfallchirurgie, Berufsgenossenschaftliche Unfallklinik Duisburg, Großenbaumer Allee 250, Duisburg, Germany
    b  Fakultät für Gesundheit, Universität Witten/Herdecke, Alfred-Herrhausen-Str. 50, Witten, Germany

    DR ALEJANDRO ISMAEL LOPEZ ATRISTAIN R1 TYO

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  22. El extremo que se articula con el fémur es ancho y tiene dos cavidades glenoideas interna y externa que se articulan con los cóndilos del fémur. Tiene una cara superior plana denominada "platillo tibial", de donde emerge una eminencia entre las cavidades glenoideas (espina de la tibia) . Esta eminencia encaja en la fosa intercondílea del fémur, está dividida por una escotadura es dos: tubérculo interno y tubérculo externo, hay dos superficies triangulares y rugosas llamadas superficies preespinal y retroespinal. Las dos cavidades glenoieas descansan entre tuberosidades de la tibia ; la tuberosidad interna o cóndilos medial y La tuberosidad externa o cóndilo lateral . las dos tuberosidades están separadas por el tubérculo anterior.
    Dentro de las clasificaciones de las fracturas de meseta tibial, se encuentra la clasificación de Marchant la cual clasificaba las fracturas por sus segmentos y depresión, la clasificación de Duprac, la clasificación de Schatzker que es una de las principales clasificaciones usadas en estados unidos, y la clasificación de la AO, las fracturas de schatzker pueden ser valoradas por medio de estudios de imagen como lo es la tomografía, la cual permite dividir a este tipo de lesiones según la region donde se presenta la lesión. En base a los estudios tomograficos se divide en la region lateral unicondileas tipo 1 ,2 y 3. Región médial para el tipo4 y las lesiones bicondileas para el tipo 5 y 6.

    Tibial Plateau Fracture Characteristics: Computed Tomography Mapping of Lateral, Medial, and Bicondylar Fractures.
    Molenaars RJ, et al. J Bone Joint Surg Am. 2015.

    Ruedi . Principios de la ao en el tratamiento de fracturas.capítulo 4.81

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  23. Aspectos Anatómicos:
    Formada por los cóndilos de la tibia, que son dos porciones de hueso que se encuentran contiguas el uno del otro, y su función es la de soportar las superficies articulares del fémur. En la porción superior o llamada cara, se encuentra una zona de superficie articular, de aspecto aplanado y amplio, semejando una meseta y conocida como meseta tibial, donde se encuentran las cavidades glenoideas o superficies condileas articulares, entre dichas superficies se encuentra el espacio interglenoideo que es un espacio entre ambos cóndilos. Las porciones que se articular, tienen una depresión cóncava en la superficie, de forma oval y están cubiertas por cartílago articular, la externa o lateral es ligeramente más angosta y convexa que la interna, en donde se insertan los meniscos. Hay una localización específica para el origen de los ligamentos cruzados y es justo en medio de las superficies articulares donde existen las tuberosidad condileas.
    Clasificación.
    Para su clasificación se usan las clasificaciones de la AO, la de la OTA y la clasificación de Schatzker. De igual forma contamos con la clasificación de Hohl-Moore, que clasifica las fracturas-luxaciones y los divide en. Tipo 1: coronal, tipo 2: total del cóndilo. Tipo 3: avulsión. Tipo 4 fractura en 4 fragmentos. La clasificación de la OTA y la AO últimamente han sido muy popularizadas, sin embargo aún hay otras clasificaciones que siguen teniendo gran valor.
    Existe una clasificación, llamada de Chertsey, igualmente las divide en tipo 1 que es en valgo, tipo 2 en varo y tipo 3 es axial. La clasificación más importante dentro del rubro de las fracturas de meseta tibial en la clasificación de Shatzker y esta clasificación involucra parámetros como la localización de la fractura, el trazo de la fractura. De igual forma las fracturas de Shatzker se dividen en fracturas de baja energía del tipo 1 al tipo 3 y también en fracturas de alta energía que engloban los tipos del 4 al 6. También los puede clasificar en unicondilar englobando los tipo del 1 al 6 y bicondilar solo los tipos 5 y 6. La clasificación de la OTA y la AO se representan por el numero 41 y la AO las subdivide por letras A, B y C dependiendo del segmento articular afectado, las A son extraarticulares, las B parcialmente articulares y las C completamente articulares y por lo regular son causadas por trauma de alta energía. Todas estas variantes se pueden dividir en más subgrupos los cuales se indican como 0.1, 0.2 y 0.3 según su severidad.

    1.- Interobserver reliability of the Schatzker and Luo classification systems for tibial plateau fractures. Jos J. Mellema. Injury, Int. J. Care Injured. January 2016.
    2.- Tibial plateau fractures: Reproducibility of three classifications (Schatzker, AO, Duparc) and a revised Duparc classification. T. Gicquela, Orthopaedics & Traumatology: Surgery & Research
    Volume 99, Issue 7, November 2013, Pages 805–816.
    3.- Tibial plateau fractures: Reproducibility of three classifications (Schatzker, AO, Duparc) and a revised Duparc classification. T. Gicquela. Revue de Chirurgie Orthopédique et Traumatologique
    Volume 99, Issue 7, November 2013, Pages 668–679.

    Dr. Ricardo Salinas Mondragón. R1 TyO.

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  24. SURGICAL MANAGEMENT OF TIBIAL PLATEU FRACTURES
    GIRISH H., VASANAD, S.M ANTIN, R.C. AKKIMARADI
    JOURNAL OF CLINICAL ANDIAGNOSIS RESEARCH 2013

    El incremento en la mecanización y la aceleración a sido acompañado en el incremento en el número de fracturas de alta energía y en este rubro las fracturas de meseta tibial no son la excepción. El presente estudio se enfoca en el estudio de los diferentes tipos de tratamiento quirúrgico de las fracturas de la meseta tibial sus resultados funcionales y las complicaciones . se utilizaron 32 caso de fracturas de meseta tibial las cuales se utilizaron como parámetro la clasificación de schatzker mediante reducción cerrada mas fijación interna con tornillos canulados y reducción abierta mas fijación interna con placa de compresión con o sin injerto oseo y fijación externa .
    Sin carga de peso hasta las semanas 6-8 o hasta la completa consolidación a las 12 semanas en fracturas con fijación inestable se utilizo férula de yeso por 3-6 semanas mas, el rango de movilidad fue de buena a excelente con manejo quirúrgico, dentro de las coplicaciones una re depresión se vio en 1 caso, no unión en 2 casos, rigidez de rodilla en 3 casos , dehiscencia de herida en 2 casos .
    El trata miento quirúrgico de este tipo de fracturas se otorga un excelente resultado en la reducción anatomica de la superficie articular y una fijación rigida para restaurar la congruencia articular , facilita la movilización inmediata y reduce la osteoartritis postramatica y facilita la funcionalidad de la rodilla .
    Dr felipe solis Vergara
    R2 tyo
    Hg xoco

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  25. External versus internal fixation for bicondylar tibial plateau fractures: systematic review and meta-analysis. J Orthop Traumatol. 2015 Dec;16(4):275-85. doi: 10.1007/s10195-015-0372-9. Epub 2015 Aug 26.

    1. La restitución de la congruencia articular debe de ser el eje tratamiento de las fracturas e meseta tibial que presenta lesión metafisaria o de hundimiento de los platillos.
    2. La fijación externa mostró una disminución importante de la presión de los tejidos lo que resulta significativo para evitar el síndrome compartimental como complicación más frecuente de estas fracturas.
    2.- Sugiere qué los pacientes tratados con fijación externa están en mayor riesgo de infección superficial.
    3. Se debe reintervenir al paciente con fractura de meseta tibial dentro de las prinmeras 2 semanas despues de la fijación interna

    Dr. Roberto Parra Alanis
    R2TyO
    HG Xoco

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  26. ANATOMÍA
    La superficie proximal de la tibia consta de mesetas tibiales lateral y medial, separadas por las eminencias tibiales. El cartílago articular es ligeramente más grueso en la meseta lateral. En plano frontal la superficie articular tibial forma un ángulo aproximado de 3 grados en varo con respecto al eje de la tibia. La meseta medial está ligeramente más inferior que l lateral y tiene hueso mas compacto. Lo anterior es de importancia ya que al fijar una fractura de meseta lateral, se corre el riesgo de lesión de cartílago al colocar el clavo subcondral.
    Entre las mesetas está un área no articular que tiene la espina tibial anterior y posterior. La espina tibial anterior está más medial y está justo posterior a la inserción del ligamento cruzado anterior. El hueso trabecular en la cara medial de la tibia es más fuerte y esclerótico.
    Los meniscos medial y lateral son semilunares en forma de triángulo que descansan entre los con dilos femorales y las mesetas tibiales. Estos tienen la función importante de compartir las cargas. El menisco lateral es más largo que el medial y cubre un porcentaje más largo de la meseta tibial.

    Clasificación de Schatzker
    Tipo 1: fractura "pura" vertical de la meseta tibial lateral. Es típica de jóvenes. En esta fractura ni hay depresión. Si hay mucho desplazamiento, se puede lesionar el menisco lateral.
    Tipo 2: fractura vertical con depresión de la meseta tibial lateral. Es similar a la tipo 1 pero el mecanismo de lesión es flexión lateral combinada con carga axial.
    Tipo 3: La más común de esta clasificación (36% del total). Se caracteriza por depresión "pura" de la meseta lateral y es común en adultos mayores con osteoporosis y se requiere baja energía.
    Tipo 4: Fractura de meseta medial. Estas se consideran fracturas de alta energía y por lo tanto están asociadas a lesión liga entraría y de tejidos blandos.
    Tipo 5: Fractura bicondilar. Involucran mesetas lateral y medial y son típicas de carga axial con rodilla en extensión.
    Tipo 6: involucran ambas mesetas tibiales y están asociadas a disociación metafisio-difiasiaria

    Joshua R. Langford; David J Jacofsky;
    Insall & Scott Surgery of the Knee
    Chapter 81 tibial plateau fractures pp 773-785. 2012

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  27. Complications of High-Energy Bicondylar Tibial Plateau Fractures Treated With Dual Plating Through 2 incisions. Michael R. Ruffolo, MD. J Orthop Trauma Volume 29, Number 2, February 2015.
    El objetivo de este estudio fue identificar las principales complicaciones en el tratamiento de esta patología mediante 2 incisiones , asi como poner de manifiesto las factores asocicados del paciente que contribuyen a presentar una complicación y secundariamente mal pronostico.
    Incluyo fracturas bicondileas de la meseta tibial, se incluyeron 148 pacientes con fracturas bicondileas tratados con 2 incicisiones (medial y alteral) para RAFI con placa. El principal mecanismo de lesión fue de alta energía pro accidevete al viajar en motocicleta. Dentro de las principales complicaciones fuerons síndrome compartimental, no unión, infecciones polimicrobianas, asi como lesión del nervio peroneo. Dentro de los principales factores condicionantes de complicaciones fueron: fracturas abiertas, presencia de síndrome comparimental, índice de masa corporal >35, tabaquismo, y diabetes mellitus. Dentro de los principales factores con impacto para la no unión el principal fue índice de masa corporal y diabetes mellitus. No se econtro relación en el tiempo de retraso en la fijación con el riesgo de fractura.
    DR DANIEL AGUILAR LOPEZ R3TYO.

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  28. La clasificación de la fractura meseta tibial han limitado fiabilidad entre observadores y newsystems emerger. El propósito de este estudio fue comparar la fiabilidad de la clasificación y la clasificación Luo theSchatzker de dos dimensiones tomografía computarizada (2DCT) y para estudiar el efecto ofadding tridimensionales .Materials y Métodos tomografía computarizada (3DCT). La fiabilidad se calcula con el uso de los valores. La adición de 3DCT no mejora la fiabilidad general entre observadores para la clasificación Luo. El acuerdo entre los observadores fue significativamente mejor para la clasificación de Schatzker a la clasificación de tres columnas de Luo, sin embargo acuerdo era justo para ambos sistemas de clasificacion. Además, la adición de las reconstrucciones 3DCT no mejoró la fiabilidad de CT- evaluación basal de fracturas de la meseta tibial. Teniendo en cuenta que los nuevos sistemas de clasificación y 3DCT no mejoran de acuerdo entre los cirujanos, son necesarios otros esfuerzos que conducen a fracturas de la meseta tibial diagnóstico. Se encontró que la fiabilidad entre observadores de la Schatzkerclassification fue significativamente mejor en comparación con la clasificación de Luo.Existen diversas clasificaciones la más utilizada para las fracturas de la meseta tibial es la de Schatzker, en la cual los tipos I-III son lesiones de baja energía, las fracturas IV a VI son lesiones de alta energía. Las fracturas del tipo I son secundarias y mas frecuentes en individuos jóvenes y se asocian a lesiones del ligamento colateral medial, de las fracturas tipo III con raras y sólo se producen en individuos aadultos mayores o con osteopenia.
    Mellama J., Doornberg J., Molenaars R., Ring D., Injury Int. J café Injured, 2016, paginas 1-6.
    Ivonne Morales Corona R1TYO

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  29. ARTICULO: Surgical fixation methods for tibial plateau fractures.
    AUTORES: McNamara IR; Smith TO; Shepherd KL; Clark AB; Nielsen DM; Donell S; Hing CB.
    Publicacion: Cochrane Database Syst Rev; 9: CD009679, 2015.

    Las fracturas de la meseta tibial, son lesión que representar un reto para el Cirujano Ortopedista, la elección del implante en base al principio biomecánico requerido representa uno de los puntos cruciales en el manejo quirúrgico de estas lesiones. Actualmente no existe un concenso sobre el manejo de las mismas.
    En este articulo, se realizó un metaanalisis, con revisión de 6 articulos que cumplieron los criterios siguientes: Se incluyeron ensayos clínicos aleatorios y controlados cuasialeatorios que comparan intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de las fracturas de meseta tibial y los diferentes tipos de injerto para el manejo de defectos óseos. Tres ensayos evaluaron diferentes tipos de fijación y tres analizaron diferentes tipos de sustitutos de injerto óseo. Los seis ensayos fueron pequeños lo cual implica un riesgo sustancial de sesgo. Un ensayo comparó el uso de un fijador circular combinado con la inserción de tornillos percutáneos (fijación híbrida) frente a la reducción abierta fijación interna (RAFI) en personas con fracturas abiertas o cerradas Shatzker tipo V o V. Las puntuaciones de calidad de vida fueron mas favorables para la fijación hibrida, los participantes en el grupo de fijación híbrida tenían un menor riesgo para una reoperación y tenían más probabilidades de haber vuelto a su nivel de actividad previo a la lesión. Los resultados de los dos grupos fueron comparables para la subescala de dolor y rigidez WOMAC, pero los rangos de movimiento recuperados favorecieron el uso de RAFI. Otro estudio comparo el uso de una placa mínimamente invasiva (sistema LISS) frente al uso de doble placa para personas que tenían fracturas de meseta tibial bicondílea abierta o cerrada. Casi el doble de los participantes (22 frente a 12) en el grupo RAFI tenían un injerto de hueso. No se informó la calidad de vida, dolor, rango de movimiento de la rodilla y volver a la actividad antes de la lesión. El ensayo pno proporcionó diferencias significativas en el uso de una u otra técnica. Un ensayo cuasi-aleatorio que compara la reducción percutánea asistida por artroscopia y fijación interna frente a la RAFI estándar informó de los resultados a los 14 meses en 58 personas con fracturas Shatzker II y III cerradAs. La calidad de vida, el dolor y el regreso a antes de la lesión no se informo. Hubo evidencia de mayor rango de movimiento para las intervenciones artroscópicas, pero mayor índice de reintervencion quirúrgica. Sólo un ensayo (25 participantes) informó acerca de la función del miembro inferior, la búsqueda de resultados buenos o excelentes en ambos grupos para caminar, subir escaleras, ponerse en cuclillas y saltar a los 12 meses. La incidencia de complicaciones individuales fueron similares entre los grupos en los tres ensayos. Un ensayo encontró ningún caso de la respuesta inflamatoria en los 20 participantes que recibieron sustituto óseo, y dos no se encontraron complicaciones asociadas con la zona donante en el grupo de autoinjerto (58 participantes). Sin embargo, los 38 participantes en el grupo de injerto óseo autólogo informaron dolor prolongado del sitio de toma de inerto. Dos ensayos informaron rango de movimiento similar de resultados en los dos grupos, mientras que el tercer ensayo favoreció al grupo de sustituto óseo.
    Actualmente, no hay pruebas suficientes para determinar el mejor método de fijación o el mejor método para abordar los defectos óseos durante la cirugía. Sin embargo, la apoya los enfoques principales que son: limitar la disección de los tejidos blandos y el daño de tejidos blandos asi como evitar complicaciones en la zona donante de autoinjerto mediante el uso de sustitutos óseos.

    Elsa Monserrat Nuñez Medico Residente segundo año.

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  30. Biggi M, et al. Tibial plateau fractures: Internal fixation with locking plates and the MIPO technique Nov, 2010. 41:11, pp: 1178-1182. DOI: 10.1016/j.injury.2010.08.001

    Las fracturas de meseta tibial implican un reto debido al severo desplazamiento de los fragmentos óseos, la depresión concomitante, la retención del hueso subcondral esponjoso, y la lesión del cartílago asociado inevitable.
    A menudo, las complicaciones asociadas: síndrome compartimental, destrucción del cartílago, daño sobre los tejidos blandos, infecciones post-quirurgicos, inestabilidad de rodilla, rigidez, artritis post-traumática, son devastadores.
    El tratamiento conservador está reservado para las fracturas no desplazadas muy simples que representan una pequeña minoría de la población total de la fractura de meseta tibial o para pacientes de muy bajo demanda con comorbilidades graves. El consenso general de los jóvenes pacientes con este tipo de lesiones es someterse a tratamiento quirúrgico, el objetivo de la reducción anatómica, la fijación rígida, y el movimiento temprano.
    En la actualidad, la reducción abierta y fijación interna con placas y tornillos se considera el método estándar de oro del tratamiento.
    El propósito de este estudio fue evaluar los resultados perioperatorios y el resultado funcional tras el tratamiento quirúrgico de las fracturas de meseta tibial utilizando placas de bloqueo y la técnica MIPO de una sola institución.
    Tambien se hablo de la importancia de un diagnóstico temprano, la evaluación preoperatoria cuidadosa del hueso, el trauma de los tejidos blandos, la adecuada monitorización de los tejidos blandos, reducción anatómica, fijación precoz y rehabilitación intensiva a menudo durante más de 1 año después de la lesión que son obligatorios para buenos resultados.
    La utilidad de un enfoque por etapas y la fijación retrasada hasta que las condiciones locales están optimizados, se verificó en esta serie, así como por otros autores. Se comentó que todavía en gran número de casos se producen diversas complicaciones, siendo en ésta serie la tasa acumulativa de complicaciones postoperatorias locales y sistémicas del 19,1% (9/44 casos).
    Varios autores informan de la incidencia de la infección, dehiscencia de la herida, mala unión, no unión, artritis del 20-50% especialmente en casos de alta energía, y en los pacientes jóvenes, con edad promedio entre 42 y 57 años.
    Otra serie de autores reportó evidencia radiológica de la artrosis en el 20-37% 3-7 años después de la cirugía.
    En pacientes de edad avanzada, reportaron cambios degenerativos similares en el 60% de los pacientes, de los cuales, sin embargo, sólo el 8% se sometió a un reemplazo de la articulación.

    En conclusión independientemente de llevar a cabo el manejo estándar para dicha patología es necesario tomar en cuenta todos los factores pre y postquirúrgicos, ya que serán ellos quienes limiten la tasa de complicaciones en cada uno de nuestros pacientes.

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  31. Functional outcome after tibial plateau fracture osteosynthesis: A mean follow-up of 6 years
    Tim K. Timmers a
    he Knee 21 (2014) 1210–1215


    Las fracturas de meseta tibial a menudo se producen después de un traumatismo de alta energía que afecta a pacientes relativamente jóvenes y componer aproximadamente el 1% de todas las fracturas. Sin embargo, este tipo de fractura también es muy común en la población de edad avanzada, El tratamiento quirúrgico más utilizado es la reducción abierta y fijación (RAFI) con placas y tornillos. El objetivo principal en el tratamiento de fracturas de la meseta tibial incluye la restauración de la congruencia articular, la alineación axial, estabilidad de la articulación y el movimiento de la rodilla. El parámetro de resultado primaria fue la calidad de vida (CdV), utilizando el "EuroQol-6D" (EQ-6D) cuestionario y el resultado funcional medida con el "daño osteoartritis de rodilla y Score" cuestionario (KOOS) . Dentro del marco de tiempo del estudio, se incluyeron un total de 112 pacientes. El seguimiento medio fue de 6,8 ± 2,8 (rango 2.6-13.3) años. Ochenta y dos pacientes fueron incluidos en nuestra población total del estudio; el número total de pacientes para cada uno diferentes años de seguimiento fueron 10 pacientes (2 años), ocho pacientes (3 años), 11 pacientes (4 años), seis pacientes (5 años), siete pacientes (6 años), 16 pacientes (7 años), cuatro pacientes (8 años), seis pacientes (9 años), 13 pacientes (10 años), y un paciente (11 años). La edad es un predictor del resultado funcional principal. Ancianos no baja de los pacientes aliado tiene cambios degenerativos en las articulaciones subyacentes. Sin embargo, los principios de tratamiento son los mismos tanto para los pacientes mayores y más jóvenes. Sin embargo, un estudio de Houben et al. encontrado mejor resultado funcional en los ancianos, ya que los pacientes más jóvenes tienen la tendencia a idealizar a su nivel previo a la lesión y establecer mayores exigencias a sus actuales actividades diarias [32]. A pesar de la presencia de osteoporosis y el mayor riesgo de complicaciones locales y generales de la población de edad avanzada, sus resultados funcionales son satisfactorios. Anteriores estudios informaron la importancia de la estabilidad de la rodilla después del tratamiento de las fracturas de meseta tibial como uno de los predictores más importantes para el futuro funcionamiento de la rodilla [30]. Por lo tanto, el objetivo del tratamiento de las fracturas de la meseta es la reconstrucción precisa de las superficies articulares, fijación de fragmentos estable que permita el movimiento temprano, y la reparación de todas las lesiones concomitantes. La incidencia de la artrosis postraumática después de fracturas intra-articulares de la rodilla tiende a desarrollarse a partir de seis a ocho años después de la lesión con pocos cambios que se observan a partir de entonces. En conclusión, seis años después del alta hospitalaria, los pacientes siguen vivos tuvieron un resultado de la rodilla "Feria" funcional. Sin embargo, la CVRS fue menor en comparación con la población general holandesa.

    DR MOISES MORENO
    RESIDENTE DE 3ER AÑO DE ORTOPEDIA

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  32. Muñoz Morales Omar R4TYO
    Arthroscopy- Assisted Surgery for Tibial Plateau Fractures Chang Gung Med J Vol. 34 No. 3 May-June 2011
    Yi-Sheng Chan, MD
    Las fracturas de meseta tibial son de complejo tratamiento, y su tratamiento abierto puede tener complicaciones en especial en la recuperación de la herida quirúrgica. También se asocian otros como son perdida de reducción infección y artritis séptica.
    Razones por las cuales se propone la reducción asistida por artroscopia lo que incluye una visualización directa de la articulación, una reducción adecuada y reducción en morbilidad así como ayuda en diagnostico precoz y posible tratamiento de lesiones meniscales y ligamentarias así como remoción de fragmentos libres.
    Indicaciones: inestabilidad en varo más de 10 grados en platillo medial, platillo lateral de 10 grados, un escalón articular de 3mm, se excluyen pacientes con fracturas patológicas , fracturas expuestas o si pacientes tiene otras patologías concomitantes que no permitan cirugía.
    Se utiliza como evaluación inicial una tac, y si los tejidos blandos se encuentran demasiado dañados se colocó una tracción transcalcanea para permitir que estos se recuperen, marcado cuando disminuía el adema cuando aparecían las arrugas en piel y reepitelizacion de flictenas
    La técnica quirúrgica consistía en colocar a paciente en decúbito supino y bajo anestesia general se colocaba isquemia se utilizaban portales anterolateral y anteromedial de rodilla, se evacuaba hematomas y cuerpos libres y se evaluaba ligamentos y meniscos , se realiza un abordaje abierto cuidando de no realizar artrotomia, se procede a reducción de fractura con ayuda de guía artroscópica .
    Las heridas concomitantes son importantes siendo la incidencia de lesiones ligamentarias y meniscales hasta del 71%, estas se pueden tratar de manera adecuada después de la fijación , siendo tratados en el momento lesiones menicales y las lesiones de lca teniendo que ser tratadas posteriormente.
    Posquirúrgico: frio local, diferir apoyo, rehabilitación.
    Resultados radiográficos son satisfactorios en 96% de casos, sin embargo se necesita un seguimiento a largo plazo para tener conclusiones finales.
    Complicaciones que se presentan: infección, síndrome compartimental.
    Curva de aprendizaje de la técnica: siendo abiertas difícil es aún más complicado realizarlo con artroscopia y se necesita de un entrenamiento como tal en artroscopia.

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  33. Comparison of outcome of unilateral locking plate and dual plating in the treatment of bicondylar tibial plateau fractures
    Meng-Hsuan Lee,1 Chien-Jen Hsu,1 Kai-Cheng Lin,corresponding author1 and Jenn-Huei Renn1 J Orthop Surg Res. 2014; 9: 62.
    En las fracturas de meseta tibial se incluyen diferentes patrones de fractura con variados grados de depresión articular y desplazamiento. Hay muchos tipos de fijadores, incluyendo la placa de nuevo diseño con tornillos de bloqueo, que se aplicaron para el tratamiento de estas fracturas complicadas. En este estudio se hace una comparación entre los resultados del seguimiento a pacientes y sus resultados quirúrgicos (1) placa de bloqueo unilateral, (2) placas duales clásicos, o (3) placas duales híbridos para TPF.

    Se revisaron retrospectivamente 76 pacientes con TPF, Schatzker tipos V y VI, que se operaron de junio 2006 a mayo de 2009
    Entre los resultados no hubo diferencia estadística significativa de la tasa de unión entre estos tres grupos de nuestra serie . Sobre la base de nuestra clínica de seguimiento , se hizo hincapié en varios puntos clave : ( 1 ) problemas de los tejidos blandos deben ser tenidas en cuenta , y el uso de la placa de bloqueo puede reducir el malestar de pinzamiento del sistema de manera efectiva . ( 2 ) La única técnica de abordaje lateral para la TPF con la fijación de la placa de resultados en menos tiempo de operación y más corto período de hospitalización . ( 3 ) Si el contrafuerte medial no se puede establecer mediante la reducción de la fractura lateral , de la reducción de la meseta medial dependerá la colocación de 2 placas

    Los objetivos del tratamiento quirúrgico para la TPF fueron la reducción anatómica, especialmente en la restauración de la congruencia articular, fijación estable para la rehabilitación temprana y prevención de complicaciones, particularmente la infección y la no unión. Y se encontró un mejor resultado en el manejo de las fracturas con técnica MIPO

    Dr Miron Vera Roger R3TyO

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  34. giovanni pacheco r2tyo
    Reduction assisted by arthroscopy in patients with tibial plateau fractures
    versión ISSN 1025-0255
    AMC vol.20 no.1 Camagüey ene.-feb. 2016
    Dr. C. Alejandro Álvarez López I; Dr. Carlos Ortega González I; Dra. Yenima García Lorenzo II
    las fracturas del platillo tibial, se observan en el 1 al 2% de todas las fracturas,
    las fracturas de la meseta tibial son causadas por un mecanismo de compresión axial, cpn desviacion en varo o en valgo de la extremidad.

    El diagnostico es principalmente clínico y el principal adyuvante en el diagnóstico es la radiografía simple ap y lateral de rodilla, sin embargo en el tratamiento existe una novedosa y ataractiva propuesta, pues el campo de la artroscopía ultimamente ha ido ganando mas terreno en tratamientos menos invasivos, con mejoría rápida y pronta reahabilitación de nuestros pacientes, es por ello, que el objetivo de este estudio es evaluar la reducción asistida por artroscopia, en pacientes con fracturas del platillo tibial, en cuanto al alivio del dolor y mejor función articular.

    observacional descriptivo de corte transversal en los pacientes seleccionados, con un nivel de evidencia IV recomendación B, en el Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech de la ciudad de Camagüey desde enero 2013 a marzo del 2014, con un seguimiento mínimo de doce meses , el universo estuvo conformdao por 32 enfermos.

    La reducción asistida por la vía artroscópica permite evacuar la hemartrosis y el tratamiento de lesiones intrarticulares, evaluar la reducción por visión directa y la disminución de la estadía hospitalaria

    giovanni pacheco r2tyo

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  35. External versus internal fixation for bicondylar tibial plateau fractures: systematic review and meta-analysis David Metcalfe1,2,3 • Craig J. Hickson4 • Lesley McKee5 • Xavier L. Griffin2 J Orthopaed Traumatol (2015) 16:275–285 DOI 10.1007/s10195-015-0372-9

    A pesar de que se considera un adecuado tratamiento inicial en fracturas bicondíleas de meseta tibial el colocar fijación externa en un tiempo incial, sigue sin establecerse de manera clara si existen diferencias entre su uso primario y único como tratamiento y su combinación con reducción abierta con placas.
    Esta revisión sistemática fue realizad usando ls herramientas de búsqueda Embase Classic, Embase, AMED, the Cochrane Library, Open Grey, Orthopaedic Proceedings, WHO International Clinical Trials Registry Platform, Current Controlled Trials, US National Institute for Health Trials Registry, and the Cochrane Central Register of Controlled Trials, la búsqueda se realizó en noviembre de 2014.
    Dentro de los resultados que fueron encontrados se observó que las fracturas de mesetas tibiales bicondpileas o bilaterales conrreponden en su mayoría a adultos jóvenes obedeciendo a accidentes de alta energía, que además de acompañan de otras lesiones severas. Se encontró además que los pacientes que son tratados con fijación eterna tuvieron un menor tiempo de retorno a la rehabilitación y actividad física (6meses) que tenían previo a la lesión, pero disminuyendo dicho avance a los 24 meses. La fijación externa fe además asociada a infección de tejidos blandos. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en infecciones profundas, tromboembolismo, embolismo graso, síndrome compartimental necrosis cutánea entre ambos grupos, siendo un factor importante el tupo de lesión ósea y de tejidos perifractuarios y no así el tratamiento.
    Dra. María Fernanda López R4TYO

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  36. Complications of Recombinant Human BMP-2 for Treating Complex Tibial Plateau Fractures. Clin Orthop Relat Res (2009) 467:3257–3262.

    Las proteínas morfogenéticas óseas son miembros de la súper familia del factor transformador de crecimiento beta. Son los factores de crecimiento más importantes en la formación ósea y tienen un importante papel en el desarrollo embrionario y la regeneración de tejido esquelético en los adultos. Ayuda a la diferenciación de células mesenquimales en osteoblastos y osteoclastos y ayuda a la invasión vascular. Debido a sus propiedades, la BMP-2 ha sido recientemente utilizada como alternativa al injerto autólogo en retardo de consolidación y pseudoartrosis de diáfisis de tibia, sin embargo una de las complicaciones posterior al uso de las BMP es la formación de hueso ectópico.
    Desde 2005 el grupo que publica este estudio con nivel de evidencia IV ha empleado las BMPs como relleno estructural para defectos óseos subcondrales en fracturas de meseta tibial, debido a que estas producen frecuentemente incongruencia e inestabilidad articular, siendo los últimos las causas principales de osteoartritis postraumática. En un estudio retrospectivo de 44 pacientes con fracturas de meseta tibial donde se utilizaron BMP-2 humana recombinante en una esponja acarreadora de colágeno tipo I, donde se encontró que los pacientes sometidos a este procedimiento sí desarrollaron osificaciones heterotópicas que incluso tuvieron que ser posteriormente removidas vía artroscópica.
    El estudio tiene fallas, debido a la inclusión completa de diversos tipos de fracturas de meseta tibial. No fue estricta la selección de pacientes ni la técnica quirúrgica fue la misma en los 44. Por lo que los beneficios finales de osteoinducción pudieron quedar enmascarados.
    El uso reciente de tratamientos biológicos aunados a ostosíntesis es prometedor, sin embargo amerita mayor escrutinio y refinamiento de las técnicas quirúrgicas, así como un seguimiento a largo plazo para valorar el riesgo-costo-beneficio.

    Dra. Rigel Gutiérrez Ramos
    R4TO - HGXoco

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  37. R.L.M. van Dreumel et al. Mid- to long-term functional outcome after open reduction and internal fixation of tibial plateau fractures. Injury, Int. J. Care Injured 46 (2015) 1608–1612
    Las fracturas de meseta tibial representan el 1% de todas las fracturas, presentandose habitualmente en pacientes jovenes, a causa de un traumatismo de alta energia. EL valgo anatómico condiciona que estas fracturas comúnmente ocurran y afecten con mayor gravedad a la meseta lateral. Con frecuencia estas fracturas se acompañan de una importante lesión a lo tejidos blandos, asi como lesiones de meniscos y ligamentos de la rodilla.
    A pesar de un manejo adecuado estas fracturas con frecuencia resultan en una consolidación viciosa y en una artrosis postraumática, con una incidencia entre el 10 al 58%.
    La mayoría de los estudios tienen un seguimiento a corto y mediano plazo, existiendo poco información de largo plazo. El propósito de este estudio es evaluar los resultados a mediano y largo plazo.
    Todos los pacientes incluidos (96) se manejaron con reducción abierta y fijación interna (87% logrando una reducción anatomica), se utilizó la valoración del KOOS (una extensión del WOMAC), con un seguimiento promedio de 6.1 años.
    No se encontraron diferencias funcionales con el KOOS al lograrse una reducción anatómica o con la edad, las fracturas completamente articulares tuvieron peores resultados. El valor promedio fue de 83% (89% para dolor, 91% para otros síntomas, 89% para función diaria, 72% para deportes y 75% para calidad de vida). 77% de los pacientes regresaron parcialmente a su empleo a los 5 meses, 64% de estos a tiempo completo a los 7 meses. 58% regreso a actividades deportivas en 7 meses.
    Un año posterior a la lesión de observaron datos de artrosis en 39% de los pacientes, sin encontrarse correlacion entre los datos radiológicos de artrosis y la funcionalidad.
    Dr Martin Palavicini

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  38. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  39. La tibia es el principal hueso de soporte de peso de la pierna. La porción proximal del hueso , la meseta tibial , forma la superficie inferior de la articulación de la rodilla . La meseta tibial consiste en el cóndilo medial tibial , más gruesa de las dos superficies articulares , y el cóndilo tibial lateral , una porción relativamente más fina y más débil de la articulación. La separación de la medial del cóndilo lateral es la eminencia intercondilar , un importante prominencia ósea que ancla la inserción del ligamento cruzado anterior . El eje tibial puentea la distancia a la tibia distal que contribuye la superficie articular superior de la articulación del tobillo en la articulación tibiotalar así como el maléolo medial. Otro punto de referencia óseo clave es la tuberosidad tibial , que se encuentra a varios centímetros por debajo de la línea de la articulación de rótula y el polo inferior, y sirve como el sitio de unión para el tendón rotuliano .
    Una estructura fibrosa fuerte , la membrana interósea , conecta la tibia y el peroné a lo largo de la longitud de los dos huesos. Proximalmente , esta estructura está reforzada por fuertes ligamentos anterior y posterior y forma una articulación sinovial conocida como la articulación tibioperonea proximal. Distalmente , la membrana interósea y tres ligamentos , la anterior, posterior , y los ligamentos tibioperoneos transversales , estabilizan la articulación del tobillo superior. Otra estructura fibrosa , la fascia crural , rodea a los huesos y músculos de la pierna. extensiones de las fascias y la membrana interósea separan los músculos, los nervios y los vasos de la pierna en cuatro compartimentos distintos . Tres de ellos , los anterior, posterior y compartimentos posterior profundo , bordean toda la tibia y puede verse comprometida.
    Los nervios y los vasos se encuentran dentro de los compartimentos de la posterior profundo anterior y, y el trauma que causa hinchazón significativa en estos compartimentos puede resultar en compromiso neurovascular El suministro de sangre clave de la tibia surge de los vasos del periostio y la arteria nutriente. La arteria nutriente se origina de la arteria tibial posterior y entra en la corteza posterolateral en el tercio medio de la diáfisis tibial cerca del origen del músculo sóleo. Las fracturas en esta región potencialmente ponen en peligro este suministro de sangre. Los vasos del periostio proporcionan una circulación menos vulnerable a medida que se derivan de un abundante suministro de sangre de la arteria tibial anterior que se desplaza a lo largo de la membrana interósea. compromiso vascular puede surgir más próxima desde marcada efusión de la articulación de la rodilla, de un trauma que afecta a la arteria poplítea antes se ramifica en las arterias tibiales anterior y posterior, o en el nivel de la arteria tibial anterior que se ramifica de la arteria poplítea y pases a través de una brecha en la membrana interósea
    Clasificación de Schatzker

    • Tipo I. Separación.

    • Tipo II. Separación combinada con hundimiento.

    • Tipo III. Hundimiento puro.

    • Tipo IV. Meseta tibial medial.

    • Tipo V. Bicondílea con disociación metafisaria/diafisaria.

    Overview of tibial fractures in adults
    Author Karl B Fields, MD
    Literature review current through: Feb 2016
    ESTABLISHMENT OF SCHATZKER CLASIFICATION DIGITAL MODELS OF TIBIAL PLATEU FRACTURES
    LIU YG
    ZHONGHUA 2013 AUG
    DR IVAN N. GONZALEZ PRIETO R1 TYO

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    Respuestas
    1. Metcalfe D. et al, “External versus internal fixation for bicondylar tibial plateau fractures: systematic review and meta-analysis”. J Orthopaed Traumatol (2015) 16:275–285.

      Es incierto si la fijación externa o la reducción abierta y fijación interna son óptimos para pacientes con fracturas bicondilares de meseta tibial.

      Material y Métodos: revisión sistemática, criterios de inclusión todos los diseños clínicos comparando fijación externa con reducción abierta y fijación interna (RAFI) de fracturas bicondilares de meseta tibial. Se excluyeron estudios con una sola modalidad de tratamiento, así como aquellos con fracturas unicondilares.
      Resultados: los pacientes sometidos a fijación externa regresaron más a sus actividades previas a la lesión a los 6 y 12 meses, pero no a un seguimiento a 24 meses. Sin embargo, la fijación externa se complicó con un mayor número de infecciones. No hubo diferencias estadísticamente significativas en los índices de infección profunda, tromboembolismo venoso, síndrome compartimental, o necesidad de re-intervención entre ambos grupos.
      Conclusión: aunque la fijación externa y RAFI están asociadas a diferentes complicaciones, ambos son estrategias aceptables para el manejo de fracturas bicondilares de meseta tibial.
      Dr. Giovanni Cázares Hernández
      R4 H. G. Rubén Leñero

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  40. Fractura de meseta tibial
    Anatomía:
    La meseta tibial esta dormada por las superficies articulares de los platillos tibiales medial y lateral sobre las cuales se encuentran los meniscos. El platillo medial es mayor y cóncavo tanto en el eje sagital como en el coronal. El platillo lateral es mas alto y convexo.
    La meseta tibial tiene una pendiente de 10° en dirección posteroinferior. Los platillos se encuentran separados por la eminencia intercondilea que proporciona la inserción tibial de los ligamentos cruzados-
    La superficie articular medial y el cóndilo medial son mas resistentes que sus homologos laterales. Por ende las fracturas de platillo lateral son mas frecuentes.
    El mecanismo de esta lesión es consecuencia de una fuerza en caro o valgo acoplada a una carga axial.
    La dirección, magnitud de fuerza, edad del paciente, calidad osea y el grado de flexion de la rodilla al momento del impacto determinan el tamaño del fragmento.
    Clasificación de Schatzker:
    Tipo I: fractura por separación del platillo lateral.
    Tipo II: fractura por separación u hundimiento del platillo lateral
    Tipo III: fractura por hundimiento del platillo lateral
    Tipo IV: fractura de platillo medial
    Tipo V: fractura bicondilea
    Tipo VI: fractura de la meseta con separación de la metafisis con respecto a la diáfisis.

    Clasificación de Moore:
    Tipo I: fractura por separación del platillo medial en el plano coronal
    Tipo II: fractura completa del cóndilo, inicia en el compartimento opuesto y se extiende a través de la eminencia tibial.
    Tipo III: fractura marginal por avulsión.
    Tipo IV: fractura marginal por hundimiento del reborde
    Tipo V: fractura de 4 partes en la que la eminencia tibial esta separada de los cóndilos y la diáfisis tibiales.
    Luis Castañon Robles R1 TyO

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  41. Importance of radiological studies by means of computed tomography for managing fractures of the tibial plateauImportance of radiological studies by means of computed tomography for managing fractures of the tibial plateau
    Rev Bras Ortop. 2014 Nov-Dec; 49(6): 593–601.
    Published online 2014 Oct 30. doi: 10.1016/j.rboe.2014.10.010
    PMCID: PMC4487494

    El estudio se realizó para evaluar la diferencia inter-intraobservador etre especialistas cirujanos de rodilla evaluando casos de fracturas de meseta tibial con radiografías convencionales y TAC en el cual se utilizaron 44 pacientes con imágenes seleccionadas en donde se evaluo la misma imagen a cada especialista con una diferencia de 7 días en donde la primera revisión solo se mostro radiografía y en la segunda radiografía simple y TAC, utilizando la clasificación de Shatzker con el objetivo de realizar diagnóstico y planificación quirúrgica en el cual después de evaluar a los diferentes clínicos, no hubo gran diferencia entre el uso de una radiografía simple y TAC para evaluar el diagnóstico y la planificación quirúrgica.

    Dr. Guillermo Perez Jacobo R4tyo
    Hospital General Xoco

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  42. Treatment and analysis of the early postoperative complications of tibial plateau fractures. Li YS, Dong J, Yue X, Cai ZY, Kuang GX, Wu ZM, He JM, Li YF, Xu ZY. Zhongguo Gu Shang. 2015 Sep

    De diciembre del 2003 a diciembre del 2013, 38 pacientes con complicaciones agudas de fracturas de meseta tibial fueron analizados despues la operacion de forma retrospectiva, 35 fueron hombres y 3 mujeres, con una edad de 37 a 69 años, con un promedio de edad de 42.3 años. De acuerdo con la clasificacion de Schatzker, 3 casos fueron clasificados como tipo 2, 2 casos como tipo 3, 2 casos como tipo 4, 19 casos como tipo 5 y 12 casos como tipo 6, el intervalo entre la lesion y la cirugia fue de 9 horas a 9 dias. 23 casos fueron de 3 dias. 15 casos fueron tratados con fijacion mediante placa, y 23 casos con fijacion con placa mas injerto oseo, se encontraron complicaciones agudas como necrosis en piel en 15 casos, infeccion en 6 casos, sindromes compartimentales en 3 casos, lesion del nervio perone comun en 3 casos, lesion en la arteria poplitea en 2 casos y perdida de la reduccion en 7 casos. Se encontro que la posibilidad de complicaciones esta relacionada con la gravedad del tipo de fractura y con la preparacion preoperatoria y tiempo quirurgico, seleccion del abordaje y tenica quirurgica por lo que una intervencion temprana disminuye el riessgo de presentar complicaciones en este tipo de fracturas.
    Dr Christian Ramirez
    R3TYO HG Balbuena

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  43. Intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de la fractura de la metáfisis tibial distal en adultos
    3 marzo 2015 Autores: Liang Tseng Kuo, Ching-Chi Chi, Ching-Hui Chuang

    Antecedentes:

    La metáfisis tibial distal está ubicada en la parte inferior (distal) de la tibia. Las fracturas de esta parte de la tibia se deben más comúnmente a una lesión de alto impacto en hombres jóvenes y a la osteoporosis en las mujeres mayores. Aún se desconocen los métodos óptimos de cirugía para una fractura de la metáfisis tibial distal.


    Objetivos:

    Evaluar los efectos (beneficiosos y perjudiciales) de las intervenciones quirúrgicas para la fractura de la metáfisis tibial distal en adultos. Se intentó comparar el tratamiento quirúrgico versus no quirúrgico (conservador) y diferentes métodos quirúrgicos.

    Estrategia de búsqueda:
    Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Lesiones Óseas, Articulares y Musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) (9 diciembre 2014), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (2014, número 12), MEDLINE (1946 hasta noviembre, semana 3, 2014), EMBASE (1980 hasta 2014, semana 48), la Airiti Library (1967 hasta 2014, semana 8), China Knowledge Resource Integrated Database (1915 hasta 2014, semana 8), ClinicalTrials.gov (febrero 2014) y en listas de referencias de estudios incluidos.

    Criterios de selección:
    Se incluyeron estudios clínicos controlados aleatorios y cuasialeatorios que comparaban tratamientos quirúrgicos versus no quirúrgicos (conservadores) o diferentes intervenciones quirúrgicas para el tratamiento de las fracturas de la metáfisis tibial distal en adultos. Los resultados primarios fueron la función informada por el paciente y la necesidad de cirugía secundaria o de revisión o fisioterapia considerable debido a los resultados adversos.

    Obtención y análisis de los datos:
    Dos autores, de forma independiente, seleccionaron los estudios evaluaron el riesgo de sesgo de cada estudio y extrajeron los datos. Los desacuerdos se resolvieron mediante discusión y, cuando fue necesario, consultando a un tercer autor. Cuando fue apropiado, se combinaron los estudios con el uso de un modelo de efectos fijos.

    Resultados principales:
    Se incluyeron tres ensayos aleatorios que evaluaron la inserción de clavos versus placas intramedulares en 213 participantes, con datos utilizables de 173 participantes de los que 112 eran hombres. La media de edad de los participantes en los estudios individuales varió de 41 a 44 años. No hubo ensayos que compararon la cirugía con el tratamiento no quirúrgico. Los tres ensayos incluidos estuvieron en riesgo alto de sesgo de realización, y un ensayo también estuvo en riesgo alto de sesgo de selección, detección y deserción. En términos generales, la calidad de las pruebas disponibles se consideró muy baja para todos los resultados, lo cual significa que no existe seguridad acerca de los cálculos para todos los resultados.

    Es probable que los resultados de dos ensayos grandes en curso sobre la inserción de clavos versus placas aporten pruebas suficientes para considerar este tema en una actualización futura
    Dr. Raúl Bayo del Castillo
    Hospital General Xoco
    Residente de 4to año

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  44. Artrofibrosis de la rodilla secundario a fracturas del platillo tibial.
    Haller, J. M.
    Bone & joint journal, 2015
    La fractura del platillo tibial es una fuente certera de artrosis de la rodilla. Como cualquier fractura articular, la artrofibrosis postraumática se presenta en menor o mayor medida dependiendo de la severidad de la lesión o de la idiocincracia del paciente. Este estudio revisa una cantidad determinada de pacientes (186) con fractura de meseta tibial quienes fueron sometidos a cirugía de reducción abierta y fijación interna con material de osteosintesis. El seguimiento a 16 meses demostró que 27 pacientes desarrollaron artrofibrosis a corto plazo, mismos que ameritaron otro tipo de tratamiento: liempieza artroscopica o rehabilitación de la articulación bajo sedación.
    Se encotró la asociación de la presencia de arrofibrosis con el uso de fijador externo. Los días de duración de la fijación externa también cobran relevancia ya que aumentan significativamente la incidencia y severidad de la fibrosis.

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  45. Dr. Sergio Alberto Pérez Ruiz R4TYO

    Cong-Feng Luo, MD/ Three-Column Fixation for Complex Tibial Plateau Fractures/ J Orthop Trauma 2010;24:683–692

    El valorar a la tibia proximal como tres columnas no ayuda a realizar una mejor planificación quirúrgica en las fracturas complejas, y con esto pensar en el número de placas y donde serán colocadas.
    En el artículo se utiliza la técnica de fijación de las tres columnas para las fracturas complejas de tibia proximal, basándose en el tratamiento tridimensional de lesiones a este nivel, ya que actualmente se realizan tratamientos en este tipo de fracturas viendo a la tibia en dos planos únicamente.
    Todos los pacientes tratados con doble abordaje, posterior en L invertida, y anterolateral, a través del abordaje el L invertida se colocaron dos placas posteriores, una posterior y otra posteromedial (columnas posterior y medial), y en el abordaje anterolateral se colocó la placa (en L o LISS) para columna lateral.
    Es importante la fijación de la columna posterior, muchas veces no tomada en cuenta para el tratamiento de las fracturas de meseta tibial.
    En el caso clínico difícil valorar la afección de las columnas de la meseta tibial, sin embargo de presentar afección de las tres columnas sería una buena opción de tratamiento.

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