David Sacket

“La autoridad de los años y de la supuesta experiencia será sustituida por la autoridad basada en los ensayos clínicos”


David Sackett

sábado, 25 de agosto de 2012

FRACTURA SUPRACONDILEA FEMORAL EN EL TRANSOPERATORIO


EDAD: 41 años
SEXO: Masculino
OCUPACIÓN: campesino
ESCOLARIDAD: analfabeta
RELIGION: Católico
ESTADO CIVIL: Soltero

ANTECEDENTES HEREDOFAMILIARES:
Madre finada por complicaciones de DM tipo2, resto de antecedentes interrogados y negados.

PADECIMIENTO ACTUAL
Inicia su padecimiento actual el día 21 de julio de 2012, refiere paciente sufrió caída de su plano de sustentación con rotación de muslo derecho, con posterior caída y contusion en dicha región, tras lo cual presentó dolor, aumento de volumen así como incapacidad para la bipedestación y deambulación, por lo cual acude a valoración y tratamiento

EXPLORACION FISICA:
Se encuentra paciente consiente, orientado en las 3 esferas con buen estado de hidratación así como coloración de piel y mucosas, Glasgow de 15, aparentemente integro.
Normocefalo, sin exostosis ni hundimientos, cuello cilíndrico con tráquea central, pulsos presentes, arcos de movilidad, sin alteraciones, tórax normolíneo murmullo vesicular adecuado, ruidos cardiacos rítmicos sin alteraciones, abdomen blando, depresible no doloroso a la palpación peristalsis presente, extremidades torácicas integras simétricas sin alteraciones, fuerza muscular 5/5 de Daniesl, arcos de movilidad presentes sin alteraciones, extremidades pélvicas integras asimétricas a expensas de la derecha la cual se encuentra con equimosis en tercio medio de muslo, con aumento de volumen, se aprecia acortamiento de extremidad, arcos de movilidad así como fuerza muscular no valorables, pulsos distales presentes, llenado capilar de 2 segundos, contralateral sin alteraciones.

RADIOGRAFIAS:




DIAGNOSTICO:

FRACTURA DIAFISARIA DE FEMUR DERECHO TIPO 32A1.3 de AO

MANEJO:
Se ingresa para tratamiento quirúrgico y se inicia con analgésico, antitrombótico, inicialmente se coloca férula lumbopodálica, al día siguiente a su ingreso se coloca tracción cutánea.
El día 22 de agosto de 2012 se realiza tratamiento quirúrgico, se decide realizar reducción abierta y fijación interna con clavo centromedular, sin embargo, durante la reducción abierta, se encuentra mala calidad ósea, así como difícil reducción por lo cual durante procedimiento se presenta refractura, con trazo supraintercondileo así como pérdida ósea.





RESIDENTES DE 1er AÑO: METODOS DIAGNOSTICOS COMPLEMETARIOS ASI COMO CLASIFICACIONES DE LAS FRACTURAS FEMORALES.
RESIDENTES DE 2º AÑO: TRATAMIENTO QUIRUGICO RECOMENDADO PARA EL PACIENTE (LA COMPLICACION)
RESIDENTES DE 3er AÑO: COMPLICACIONES DE LOS DIVERSOS TRATAMIENTOS A CORTO Y MEDIANO PLAZO: EN EL CASO DE FRACTURAS TRANSQUIRURGICAS.
RESIDENTES DE 4º AÑO: FRACTURAS TRANSQUIRURGICAS. METODOS PARA ABORDAR DICHAS LESIONES.

19 comentarios:

  1. MARTINEZ R3

    THE JOURNAL OF BONE AND JOINT SURGERY. VOL. 79-A, NO. 12, DECEMBER 1997.Periprosthetic Fracture of the Femur after Total Hip Arthroplasty.TREATMENT AND RESULTS TO DATE. DAVID G. LEWALLEN, M.D.‡, AND DANIEL J. BERRY, M.D.‡, ROCHESTER, MINNESOTA.

    Las fracturas femorales periprotésicas postoperatorias son cada vez más comunes durante la última década.
    Una amplia gama de problemas, tales como conmunicuión y pérdida ósea, se observan en asociación con estas fracturas, y el problema adicional de un componente femoral suelto se encuentra con frecuencia. Cuando una fractura femoral se produce en un paciente en el que el componente femoral está en su lugar, la reconstrucción puede ser razonablemente sencilla
    o puede ser casi imposible. Dentro de las opciones para el tratamiento han incluido el uso de la tracción, yesos y apoyos externos, la reducción abierta con fijación interna;
    numerosos procedimientos de revisión que implican la inserción de un componente femoral de tallo largo para la estabilización de la fractura y el injerto óseo estos. Las fracturas deben ser tratados de acuerdo a las condiciones médicas individuales, y el nivel físico de actividad del paciente. El conocimiento de los resultados de las series publicadas anteriormente y la información sobre la gama de opciones de tratamiento pueden facilitar la toma de decisiones óptimas con respecto a estas lesiones.

    NE:3

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  2. Valles-Figueroa JFJ, Fracturas de fémur distal. Análisis comparativo de dos diferentes tratamientos quirúrgicos; Acta Ortopédica Mexicana 2010; 24(5): Sep.-Oct: 324-330

    El presente estudio tiene como objetico omparar los resultados del tratamiento quirúrgico de fracturas distales del fémur mediante el uso de placa con tornillos para compresión condílea y con el sistema de estabilización mínimamente invasivo. Se evaluaron retrospectivamente pacientes con fractura del tercio distal del fémur tratados quirúrgicamente entre Enero de 2007 y Diciembre 2009. De cada expediente se registraron la edad, sexo, tipo de fractura y mecanismo de producción, implante utilizado, tiempo quirúrgico y sangrado transoperatorio. Se utilizó la escala de Neer para comparar los resultados anatómicos, radiológicos y funcionales entre ambas técnicas. Se estudiaron 52 pacientes en total de los cuales treinta y dos pacientes fueron hombres y 20 mujeres; la edad promedio de los pacientes fue 58 años. En 31 pacientes se utilizó placa con tornillos para compresión condílea y en 21 un sistema de estabilización mínimamente invasivo. Se encontró menor tiempo quirúrgico y menor sangrado transoperatorio en casos manejados con sistema de estabilización mínimamente invasivo. Los resultados de la evaluación mediante la escala de Neer fueron similares entre ambas modalidades. Los pacientes con fractura del tercio distal del fémur manejados mediante sistema de estabilización mínimamente invasivo presentaron mejores resultados, aunque no significativos en la escala de Neer, principalmente debido a una menor intensidad del dolor, con una pronta movilización y menor repercusión funcional.

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  4. Complicaciones de fracturas diafisarias de fémur tratadas con clavos
    centromedulares bloqueados. Experiencia en el Centro Médico Naval, México
    Gerardo Cristiani Díaz,* María I. Galicia Cornejo,* Ariel Fernando Pérez Viquez,
    Centro Médico Naval. Secretaría de Marina, Armada de México

    La fractura de fémur es un evento grave producido por mecanismos de alta energía. Usualmente estas lesiones son tratadas con clavos centromedulares bloqueados. En la gran mayoría de pacientes se obtiene una adecuada consolidación. Sin embargo las complicaciones que se llegan a presentar con el uso de estos implantes pueden ser graves e incluso llegan a amenazar la vida. Las complicaciones documentadas en la bibliografía son: Fractura del implante, refractura, retardo de la consolidación y seudoartrosis, secuelas neurológicas, deformidades angulares y acortamientos, complicaciones vasculares y otras misceláneas. En este trabajo retrospectivo, reportamos una series de 16 pacientes con 19 complicaciones posteriores al uso de clavos centromedulares en fractura de fémur. Los criterios de inclusión fueron: pacientes con complicaciones ortopédicas inherentes a la colocación de clavos entromedulares bloqueados por fracturas femorales. Los criterios de exclusión fueron: pacientes con complicaciones sistémicas que los excluyeran de un tratamiento quirúrgico. Los criterios de eliminación fueron: Pacientes con expedientes incompletos. Mencionamos los perfiles de los pacientes, el tipo de fractura y los clavos utilizados. Hacemos una correlación de las complicaciones con diferentes factores de riesgo. Se describen los diferentes sistemas de tratamiento que utilizamos para solucionar las complicaciones. Concluimos que el tratamiento de las complicaciones mencionadas requiere de experiencia y requiere de largos períodos de tiempo para lograr su recuperación. La mayoría de los pacientes regresa a sus actividades utinarias previas.

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  5. Bahena R2

    Th e Use of a Ti-Ni Shape Memory Alloy Ring Bone Fixator During the Retrograde Nailing of Supracondylar Femoral Fractures

    Hyuk-Soo Han, MD, PhD, Dae-Ha Kim, MD and Seung-Baik Kang, MD, PhD
    Knee Surg Relat Res 2011;23(4):231-235

    El articulo refiere un tratamiento de un fijador interno de hueso en forma de anillo llamado SMA - r BF como complemento en la osteosíntesis de clavo de femur retrogrado de femur,
    Se trata de una serie de casosy controles, de 25 pacientes con frcatura supracondilea de femur tratada con o sin el anillo de femur, se evaluaron radiográficamente con la escala de Sanders.
    Todas las fracturas se dieron un seguimiento de 12 semanas ( de 9 a 15) en el grupo de implante y de 11.6 semanas en el caso de sin simplante.
    Dentro de los resultados, se valoraron angulaciones posquirúrgicas y de angulación una vez consolidadas, dentro de ellas los mejores resultados se observaron el caso del uso del implante pero dentro de la evaluación funcional no se observaron resultados convincentes en ningun grupo,
    Cuando la reducción de la fractura de femur distal con clavo retrogrado se dificulta es un método a considerar para lograr una osteosíntesis y correcciones angulares para una marcha adecuada, cuando se logres una osteosíntesis adecuada sin angulaciones severas puede ser diferido. es simplemente un nuevo implante de osteosintesis el cual puede ser utilizado a nivel diafisiario de huesos largos y ser sustituto del cerclaje con alambre quirurgico, ya que evita tanta reacción inflamatoria y el rechazo y la presencia de fistulas es menor o nula en comparación al cerclado con alambre.

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  6. Functional outcome and mortality in geriatric distal femoral fractures C. Kammerlander a,*, P. Riedmu¨ ller a, M. Gosch b, M. Zegg a, U. Kammerlander-Knauer c, R. Schmid a, T. Roth a. Injury, Int. J. Care Injured 43 (2012) 1096–1101
    Actualmente las fracturas por osteoporosis aun aumentado en incidecia, una de las causas el aumento demografico de la poblacion geriatrica. La incidencia de fracturas distales del femur es de alrededor del 6% (de todas las fracturas del femur),y continuara en aumento con el envejecimiento poblacional.
    La mayoria de estas fracturas son a causa de un trauma de baja energia,relacionandose con la gran predisposicion a caidas en el grupo de poclacion geriatrica: enfermedad cardiovascular, trastorno neurologico, deterioro visual.
    Los cambios indentificados a nivel oseo: son disminucion de la calidad y cantidad tanto de hueso esponjoso y cortical, disminuyendo la calidad del mismo.
    Otros factores de mal pronostico: mayor riesgo de desarrollar infeccion, delirio o problemas relacionados con Iatrogenias.
    El tratamiento depende de la personalidad de la fracturas, calidad del tejido oseo, preferencias del cirujano, encontrando como un buen implante en este manejo a las placas de autobloqueo (LISS).
    Se valoraron pacientes de mas de 65 años de edad con fracturas de femur distal tratados durante el periodo de 2000 al 2008. Se evaluaron varios factores como: fracturas de antes y posterior al tratamiento quirurgico, tiempo de estancia de hospitalaria,agrupados en el indece de comorbilidad de charlson. Ademas de utilizar el indice de barthel(mide el desempeño de las actividades de la vida diaria) y parker (capacidad de movilidad del paciente).
    Reportan un tiempo medio de supervivencia de 434 dias,

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  7. Tratamiento quirúrgico de la fractura posterior del condilo femoral
    Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología. 2009; 23(1)
    Las fracturas distales del fémur suponen un reto terapéutico con frecuentes secuelas tales como la rigidez y artrosis de rodilla. De manera característica son lesiones de alta energía en pacientes jóvenes, un tercio de los cuales son politraumatizados y solo la quinta parte se presentan como lesiones únicas, pero también se producen en pacientes de edad avanzada con hueso osteoporótico. Asimismo, existe una alta tasa de fracturas abiertas.La fractura de Hoffa es una fractura intraarticular de la rodilla.La fractura resulta de una combinación de fuerzas más trauma directo, el miembro en abducción, una fuerza ascendente desde el platillo tibial que resulta en una compresión axial del cóndilo femoral, y se concentran en la mitad posterior del cóndilo.,No existen muchos estudios específicos de este tipo de fractura en Cuba. La edad recogida de nuestro paciente concuerda con lo reportado en la literatura internacional.Sin embargo, otros autores,refieren una distribución bimodal de 15 a 50 años de edad y explican el predominio en hombres por la mayor frecuencia con que se ven expuestos a un trauma de alta energía. En edades de más de 50 años ocurre predominantemente en mujeres con osteoporosis, quienes por lo general tienen un mecanismo de producción de relativa baja energía.

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  8. Aguilar R3

    Castellanos J. Iatrogenic Femoral Neck Fracture During Closed
    Nailing of the Femoral Shaft Fracture. European Journal of Trauma and Emergency Surgery 2009. Vol 5

    el estandar actual de tratamiento para las fracturas diafisarias de femur es el calvo endomedular, que por sus caracteristicas constituye una opcion util, de fail reproducibilidad. que entre sus complicaciones se encuentra las fracturas metafisarias durante el tranquirurgico, el presente articulo reporta un estudio retrospectivo de 494 casos de pacientes con frcature de femur manejados con clavo endomedular en donde se reporta 4 casos de fractura transcervical ocasionados por fallas en la tecnica de colocacion y alteraciones en la calidad osea del paciente.
    se considera a la fractura de metafisis de femur durante el transquirurgico una complicacion de origen iatrogenico que se reporta con una baja incidencia, estudios reciente reportan que la principal causa es una mala colocacion e introduccion del sistema, angulacion al moemento de la colocacion inadecuada, sistema de colocacion mal calibrado y desconocimiento de la tecnica. esta a pesar de ser una complicacion rara debera tenerse en centa ya que en algunos casos pasa desapercibida hasta estudio radiograficos posteriores por l que para disminuir su incidencia se debera tener un conocimiento adecuado de la tecnica y un adecuado manejo de los tejidos durante el acto quirurgico

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  9. Anaya r2
    Rodríguez” Calvo retrogrado en fracturas supracondileas de fémur” Volumen 2, Número 1 medigraphic México, Ene.-Mar. 2006
    Existen diferentes implantes para el tratamiento de estas fracturas, como son las placas condilares de 95 grados, el tornillo deslizante con placa (DHS), el clavo centromedular anterógrado y retrógrado, los fijadores externos etc., todos respaldados por estudios que están a favor de cada uno de ellos y que argumentan los efectos y beneficios biomecánicos de éstos.

    Las fracturas distales de fémur comprenden de 4 a 6% de todas las fracturas femorales. Ocurren en una distribución bimodal de 15-50 años de edad.7 Predomina en hombres, los cuales con mayor frecuencia se ven expuestos a un trauma de alta energía. En edades de más de 50 años ocurre predominantemente en mujeres con osteoporosis, quienes por lo general tienen un mecanismo de producción de relativa baja energía. Por otro lado, la osteoporosis favorece la conminución y da problemas para la fijación.

    Uno de los implantes utilizados para estas fracturas es el clavo centromedular bloqueado por vía retrógrada, el cual se ha convertido en un método popular de tratamiento en las fracturas supracondíleas clasificadas como A y B de la AO, el cual, teóricamente, tiene como ventajas: transmitir la carga parcialmente, ya que actúa como tutor interno, para su instalación requiere una disección reducida de tejidos blandos y no precisa de injerto óseo, siendo más sencillo en pacientes muy obesos, pacientes embarazadas, pacientes con fracturas ipsilaterales de acetábulo, cadera, de tibia (rodillas flotantes).

    Se puede decir que la fijación quirúrgica de las fracturas supra e intercondíleas de fémur con un clavo centromedular retrógrado es uno de los más sencillos y útiles para el tratamiento de este tipo de lesiones. Sin dejar de considerar que la elección del implante depende de varios factores como deben ser el tipo de fractura, la calidad del hueso, la edad del paciente y
    las preferencias del cirujano.

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  10. DR MILIAN R2TYO
    Fracturas supracondíleas femorales
    tratadas mediante enclavado retrógrado
    D. PÉREZ HERNÁNDEZ, M A. GARCÍA SANDOVAL, J. GARCÍA GARCÍA , D. HERNÁNDEZ VAQUERO
    HOSPITAL SAN AGUSTÍN. AVILÉS. DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA. FACULTAD DE MEDICINA. OVIEDO
    Vol. 38 - Nº 214 abril - junio 2003 65

    Las fracturas distales del fémur suponen un reto terapéutico con frecuentes secuelas tales como la rigidez y artrosis de rodilla. Recientemente, se han ido introduciendo los clavos retrógrados que presentan las ventajas teóricas de un menor sangrado, menor tiempo quirúrgico, carga precoz y menor rigidez articular. Se han analizado
    retrospectivamente las historias clínicas de los 19 pacientes
    que sufrieron fracturas distales del fémur entre los años 1998 y
    2001 y que recibieron tratamiento con enclavado retrógrado tipo
    SCN, estudiando parámetros como consolidación, balance articular
    y complicaciones. Se incluyeron fracturas intraarticulares
    y periprotésicas de cadera y rodilla. En esta serie
    estaba formada por seis varones y trece mujeres, con una edad
    media de 61 años. La consolidación se consiguió en todos los
    pacientes en un tiempo medio de 17 semanas. La movilidad articular
    media fue de 100º de flexión y extensión completa. La complicación
    más frecuente fue la prominencia por retroceso de los
    tornillos de bloqueo distal, en los casos que no se utilizó el bulón
    supracondíleo, que obligó a la extracción de dichos tornillos en
    dos pacientes. Se apreció un acortamiento medio de 6 mm. No
    se registraron infecciones en nuestra serie. El clavo
    SCN representa una técnica útil en el manejo de las fracturas
    del tercio distal del fémur. Está especialmente indicado en fracturas
    supracondíleas y periprotésicas de cadera y rodilla. El
    resultado funcional es más satisfactorio en fracturas extraarticulares
    y en pacientes menores de 60 años.

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  11. J Orthopaed Traumatol (2009) 10:35–38

    Femoral neck fracture following intramedullary nailing
    with misplacement of an end cup: report of two cases
    Paweł Grala Æ Bartosz Man´kowski Æ
    Grzegorz Kierzynka.


    Las fractura del cuello femoral son una complicación poco frecuente en la fijación intramedular de un fémur. este estudio informa sobre dos casos de fracturas de cuello femoral atribuibles a maniobras en un esfuerzo a la reduccion o a la colocacion del perno de cierre, al realizar maniobras cruentas al perderlo y buscarlo. Las fracturas iatrogénicas de
    el cuello femoral durante o después de enclavado intramedular están
    reportadas en la literatura médica, sinembargo los sistemas de enclavado actuales permiten al cirujano el menor daño con la mayor tasa de exito para la union de los fragmentos con menor daño a tejidos blandos y menor numero de complicaciones al ser menos invasivos, este reporte es de dos casos donde al colocar el perno de cierre crean una factura de cuello femoral la cual se hace evidente en el postoperatorio. Ssta complicacion se le atribuye a la excesiva manipulacion al colocar el perno de cierre, la literatura marca esto como comun especialmente en pacientes obesos donde el acceso o la visibilidad es menor.

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  12. Fracturas de la extremidad distal del fémur.
    Tratamiento quirúrgico versus
    tratamiento ortopédico
    D. SALA, E. FERNÁNDEZ, F. GOMAR-SANCHO y T. JOLIN

    Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. Hospital Clínico Universitario de Falencia.
    Departamento de Cirugía. Facultad de Medicina. Universidad de Valencia


    Las fracturas de la extremidad distal del fémur continúan siendo un reto en cuanto a su tratamiento. El tratamiento ortopédico tradicional de estas lesiones tiene importantes limitaciones e inconvenientes tales como rigidez articular y desalineaciones. El tratamiento quirúrgico por su parte, a pesar de los avances realizados en cuanto a los métodos de fijación interna, tiene unos resultados no siempre predecibles; debido a la asociación con lesiones de partes blandas, compromiso articular y frecuente conminución de los fragmentos óseos, resulta siempre difícil conseguir un montaje completamente estable. Por otra parte, las características anatómicas de la zona (finas corticales
    y canal medular ancho) hacen difícil la fijación interna rígida aún en las mejores condiciones. Con la
    finalidad de valorar el criterio terapéutico y los resultados del tratamiento se realizó un estudio retrospectivo en una serie de pacientes tratados mediante métodos ortopédicos o quirúrgicos en nuestro hospital.

    Se estudiaron los resultados obtenidos en 72 fracturas de la extremidad distal del
    fémur según el tipo de tratamiento (quirúrgico o conservador) en 70 pacientes. De ellos, 23 fueron mujeres y 47 varones, con una edad media de 50 años. El tipo más frecuente fue la supracondílea no conminuta (42%). En 40 casos (56%) se registraron lesiones concomitantes, con un
    total de 48 fracturas asociadas. En 2 casos la fractura fue bilateral. Veinticuatro fracturas fueron
    tratadas en forma ortopédica (sistema de tracción-suspensión o vendaje enyesado) y 48 mediante cirugía. La técnica quirúrgica realizada consistió en reducción abierta y fijación interna en 47 casos (21 casos placa atornillada, 17 con placa AO y 9 con placa DCS). Los resultados se valoraron según los criterios de Schatzker, Horne y Wadell. Hubo un 71% de resultados excelente y bueno,con diferencia significativa entre ambos tratamientos (54% para el tratamiento ortopédico y 74% para el quirúrgico, p < 0,01). Se produjeron un total de 17 complicaciones: infección profunda en 6 casos, deformidad residual en 6, anquilosis en 4 y fracaso de la osteosíntesis en 2. El tratamiento quirúrgico tiene mejores resultados que el tratamiento ortopédico, que debe quedar limitado a fracturas clavadas en pacientes osteoporóticos o en aquellos casos, en los que se contraindique la cirugía.

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  13. DR. GUTIERREZ R1TYO
    FRACURAS SUPRACONDILEAS DEL FÉMUR. J.M. LOPEZ PORRUA, A. CEZON, J.C. LOPEZ FANJUL, C. GARCIA MENDEZ Y M. CARDOSO. REV. ESP. DE CIR. OST., 16, 265-280
    Estudio de los métodos ortopédicos y características, sobre las bases anatomoclinicas. Se abordó el problema de las fracturas supracondileas puras del fémur sin afección articular, en base a la experiencia de 141 casos tratados, en su aspecto de mecanismos, anatomía patológica y repercusiones que pueden tener en la rodilla, tanto su tratamiento como su evolución. Un 49% fueron accidentes de tráfico, 29% politraumatizados; 19% fracturas abiertas, 29% conminución, 3 casos con pérdida ósea y 2 con complicación vascular y 1 neural. Tratamiento hubo predominio de métodos ortopédicos ante los quirúrgicos; utilizando el yeso pelvipédico y tracción tipo Böler y la placa unicondilea tipo AO. El tiempo de consolidación medido fue de 3.5 meses y de rehabilitación con una media de 7 meses. Incidencia de infección quirúrgica fue elevada 6 casos. Los resultados obtenidos son satisfactorios en el tratamiento ortopédico con un 82% y con el quirúrgico 86%. Estadísticamente son las fracturas más frecuentes de la extremidad inferior en este caso se registraron 100 fracturas del extremo inferior del fémur, las cuales fueron 69 supracondileas. Las posibles consecuencias de estas fracturas según Merle D´aubigne son: rigidez de rodilla, desaxación del miembro, lesión vascular y/o nerviosa, infección (traumática o quirúrgica) y pseudoartrosis. La fractura supracondileas pura es toda lesión ósea traumática, desde la base de los cóndilos a la unión de la metáfisis con la diáfisis. En base a las Clasificaciones según Gallinaro y Crova las distingue en 3 tipos: horizontales, oblicuas y espiroideas. Gomar: altas de trazo (transverso y oblicuo) y bajas de trazo (transverso y oblicuo), ambas contemplando la existencia de fracturas. El mecanismo puede ser directo (fuerzas que actúan lateralmente o en dirección anteroposterior, por encima de los cóndilos con la rodilla en extensión) o indirecto (fuerzas que actúan sobre la rodilla en flexión en dirección al eje del fémur, con o sin componentes de rotación). Aparecen lesiones óseas las cuales engendran una gravedad intrínseca considerable y pueden llegar a presentar pérdida de sustancia, lo cual conlleva a dificultades al tratamiento y al proceso curativo. Las lesiones de otras estructuras yuxta o para fracturarías, como el cuádriceps resulta en una limitación funcional de la movilidad por adherencias músculo-óseas. La lesión de los vasos poplíteos debe tratarse precozmente, ya que sino se repara conduce a la amputación primaria de la extremidad. Para el tratamiento los métodos ortopédicos utilizados: vendaje de yeso circular, métodos de tracción continua, yesos funcionales conformados de Sarmiento y mixtos; métodos quirúrgicos: osteosíntesis firme y rígida a compresión (AO o similares), osteosíntesis tipo AO o similares con aporte de injertos óseos, osteosíntesis tipo AO o similares con aporte de cemento, osteosíntesis con clavos intramedulares (sistema supracondilar de Zickel, Kunschter, Steiman, Rush, etc.) y fijación con tutores externos tipo Hoffman o similares (osteoataxia). Las fracturas supracondileas suelen consolidar de 12 a 16 semanas, su período de rehabilitación 8-12 meses. Conclusión los hechos anatomopatológicos ponen de manifiesto la complejidad lesional de estas fracturas y sus implicaciones estructurales, que explican las dificultades de su tratamiento y sus resultados.

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  14. Fracturas de fémur distal. Análisis comparativo de dos diferentes tratamientos quirúrgicos
    Valles-Figueroa JFJ,* Rodríguez-Resndiz F,** Gómez-Mont JG*** Hospital Español de México
    Acta Ortopédica Mexicana 2010; 24(5): Sep.-Oct: 324-330
    DRA. SANCHEZ

    Estas fracturas pueden abarcar la diáfisis femoral con efectos limitados sobre la rodilla o pueden producirse a nivel de la metáfisis supracondílea y permanecer extraarticulares, aunque algunas veces se extienden hasta las inserciones de los ligamentos colaterales (epicóndilos). En otros casos, la fractura puede comprometer un solo cóndilo (fracturas monocondíleas) y el otro cóndilo queda intacto junto con la diáfisis. Con frecuencia, la fractura está localizada a nivel supracondíleo, pero puede tener extensión inferior hacia la superficie articular con distintos grados de conminución como en las fracturas supracondileas-intercondíleas. De manera reciente, el tratamiento de estas fracturas ha evolucionado hacia un equilibrio entre la estabilidad mecánica de los fragmentos y la viabilidad biológica, respetando los principios de reducción anatómica de las superficies articulares y restauración de la longitud del fémur, así como de la alineación y rotación de la articulación. Wong et al, quienes publicaron una serie de 16 pacientes adultos mayores con una edad promedio de 75 años, con fractura distal del fémur y que fueron manejados median- te sistema de estabilización mínimamente invasivo. En su trabajo, únicamente dos pacientes presentaron aflojamiento de la fijación proximal y en todos los casos la consolidación fue completa, verificándose en promedio a las 30 semanas del postoperatorio. Por lo que estos autores indicaron que este sistema resultó muy efectivo para el tratamiento de este tipo de fracturas en huesos con osteopenia

    Las experiencias de diversos autores han demostrado un menor tiempo quirúrgico y menor cantidad de sangrado con la utilización del sistema de estabilización mínimamente invasivo en comparación con la placa con tornillos para compresión condilea, por lo que no es de sorprender que esto haya sido demostrado en nuestro estudio. De hecho, dichos datos comparativos han sido obtenidos incluso mediante la colocación mínimamente invasiva de la placa con tornillos para compresión condilea. En relación con la consolidación, Jeon et al24 comunicaron una consolidación completa en 94% de 16 fracturas del tercio distal del fémur tratadas mediante placa con tornillos para compresión condílea. Kregor et al25 reportaron consolidación completa en 93% de fracturas femorales distales tratadas con sistema de estabilización mínimamente invasivo.

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  15. Ferra R2


    Condylar buttress plate versus fixed angle condylar blade plate versus dynamic condylar screw for supracondylar intra-articular distal femoral fractures
    Journal of Orthopaedic Surgery 2010;18(1):35-8
    George Petsatodis, Apostolos Chatzisymeon

    Se trata de un estudio retrospectivo en el cual se comparan 3 técnicas de fijación para fracturas intrarticulares de fémur distal: placa condilar, placa de ángulo fijo a 95 grados y DCS.
    Se estudiaron 59 hombres y 49 mujeres. La media de seguimiento fue de 11 años y al término se valoraron los pacientes de forma funcional clasificandose de acuerdo con los criterios de Schatzker y Lambert.
    Los resultados en los pacientes tratados por el tornillo condilar dinámico (DCS) fueron significativamente superiores que los obtenidos con la placa condilar y la placa de ángulo fijo a 95 grados. Así mismo, mencionan que las tasas de complicaciones fueron más bajos en el grupo DCS que los otros 2 grupos (pseudoartrosis, el 5% frente al 11% frente al 25% respectivamente, deformidad en varo, el 4% frente al 26% frente a 25% respectivamente; la rigidez rodilla, un 0% frente al 5% frente al 8%, respectivamente).
    Por lo tanto, de acuerdo a este artículo, la fijación de las fracturas distales de fémur con DCS conlleva un mejor resultado funcional y menores tasas de complicaciones que otras técnicas.

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  16. Fracturas supracondíleas de fémur tratadas con clavo retrógrado versus tornillo condilar dinámico. C. MANRIQUE LIPA, A. LIZAUR UTRILLA, F. A. MIRALLES MUÑOZ. SERVICIO DE CIRUGÍA ORTOPÉDICA. HOSPITAL GENERAL DE ELDA (ALICANTE). Revista Española de Cirugía Osteoarticular. N.º 249. Vol. 47. ENERO-MARZO 2012

    Se realizó un estudio observacional retrospectivo de fracturas supracondíleas tratadas quirúrgicamente entre 2003 y 2009.
    La fecha de inicio de inclusión se determinó para que hubiera una experiencia previa en la fijación con clavo intramedular retrógrado
    de al menos un año y la fecha de finalización para que el seguimiento postoperatorio mínimo fuera de 2 años.
    Se utilizaron dos técnicas quirúrgicas: reducción abierta y fijación interna con tornillo condilar dinámico (TCD) o reducción cerrada y clavo intramedular retrógrado (CIR).
    El seguimiento postoperatorio consistió en evaluación clínica y radiológica en cada visita realizada mensualmente hasta la consolidación de la fractura y luego bimensualmente hasta un mínimo de 1 año.
    Resultados: Perioperatoriamente no hubo diferencias significativas, excepto en el tiempo de estancia media que era más corto en el grupo CIR. Postoperatoriamente, no hubo diferencias significativas
    en el tiempo de inicio de la carga total entre ambos
    grupos ni en el tiempo medio de consolidación. Se encontraron diferencias cuasi significativas entre ambos grupos respecto a las tasas de retardo de consolidación y no union.
    En el grupo CIR hubo 2 casos de retardo de consolidación no habiendo casos de no union.
    En el grupo TCD hubo 1 caso de retardo y 2 casos de no union, que precisaron reintervención con nueva placa TCD y aporte de injerto óseo, consolidando en 32-40 semanas.
    El TCD presenta los inconvenientes: amplia disección de las partes
    blandas y desperiostización de los fragmentos óseos, escaso agarre de los tornillos en huesos osteopénicos y estar sometido mecánicamente a las fuerzas flexoras sobre la cortical interna.
    El CIR tiene las ventajas potenciales: técnica casi percutánea, aportar una fijación más estable en huesos osteopénicos por soportar
    fundamentalmente cargas axiales y poder utilizarse ante trazos fracturarios muy distales.
    En conclusión, los dos tipos de implantes parecen ser eficaces en el tratamiento de las fracturas supracondíleas del fémur en términos de tiempo quirúrgico, pérdida de sangre, y resultado funcional. Si bien el tiempo medio de consolidación es similar con ambos implantes, aunque no significativamente con el CIR hay menor número de complicaciones en la consolidación y alineación.

    DR URIOSTGEUI R3OT

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  17. HUERTA R1TYO
    Álvarez López A, Casanova Morote C, y García Lorenzo Y. Fracturas diafisarias del fémur en un
    hospital provincial en trece meses. Rev Cubana Ortop Traumatol. 2005;19.
    El fémur es el hueso largo con mayor longitud del esqueleto humano y uno de los más expuestos a traumatismos en la vida diaria. Por ello resulta necesario para el ortopédico y el personal de emergencia conocer este tipo de trauma en toda su magnitud. Las fracturas diafisarias de fémur (FDF) son generalmente causadas por traumatismos de alta energía como es el caso de los accidentes de tránsito. Por esta razón este tipo de pacientes pueden presentar una gran cantidad de lesiones asociadas que de forma aislada o combinadas con la fractura pueden ser causa de mortalidad. desplazamiento de la fractura de referencia, lo cual hace difícil obtener un resultado favorable con el tratamiento conservador. Esta es una de las razones que justifican el tratamiento quirúrgico de este tipo de fractura en los pacientes adultos. Uno de los primeros reportes en el tratamiento quirúrgico fue realizado por Küntscher en el año 1939 al presentar un paciente operado con un dispositivo intramedular en la Sociedad Médica de Kiel, posteriormente este autor reporta 12 casos en que utiliza este nuevo dispositivo en la Sociedad Quirúrgica de Berlín. Aunque este método al principio no logró los resultados esperados, fue rediseñado durante la Segunda Guerra Mundial, pero en esta ocasión se obtuvieron resultados más alentadores. A partir de esta etapa, los métodos quirúrgicos se han desarrollado rápidamente hasta la actualidad en que se cuenta con los clavos intramedulares autobloqueantes. Se analizaron las siguientes variables: edad, sexo, tercio afectado, tipo de fractura según la clasificación de Winquist y Hansen, tipo de tratamiento quirúrgico, estadía hospitalaria y lesiones asociadas. De acuerdo con la clasificación descrita por Winquist y Hansen basada en el grado de conminución ósea, predominó el tipo II con 21 pacientes para el 40,3 %, el resto se comportó de la siguiente manera: tipo I con 15 pacientes (28,8 %), tipo III con 8 pacientes (15,3 %) y tipo IV con 6 (11,5 %).Un gran porcentaje de las fracturas diafisarias de fémur abiertas o cerradas son factibles de tratar quirúrgicamente por métodos intramedulares. Por esta razón es importante el conocimiento de la clasificación de Winquist y Hansen basada en el grado de conminución ósea. En el caso del tipo I, la conminución de la fractura es muy pequeña, en el tipo II la conminución es menor del 50 % del contacto entre las secciones corticales de los fragmentos proximal y distal. Los pacientes que presentan fracturas tipo I y II pueden ser tratados de modo efectivo con dispositivos intramedulares según plantea Rikhraj. Las fracturas tipo III se caracterizan por la presencia de conminución que impide el contacto entre los fragmentos proximal y distal en más del 50 %. Este tipo de fractura aunque puede ser tratada con dispositivos intramedulares como los clavos autobloqueantes, tienen una alta incidencia de rotación, traslación y acortamiento según plantea Whittle. Las fracturas tipo IV presentan una gran conminución que impide el contacto entre los 2 fragmentos grandes, el proximal y el distal. Estas fracturas generalmente deben ser tratadas con láminas AO o fijación externa con el uso asociado de injerto óseo.

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  18. DR ROMERO R2TYO
    Este estudio se realizó para investigar la estabilidad biomecánica de dispositivos de fijación diferentes para el tratamiento de fracturas conminutas femoral distal. Se evaluó el efecto de tres métodos de bloqueo intramedulares distales en comparación con una placa de bloqueo en la estabilidad de fijación de fractura en el hueso osteoporótico, utilizando tanto un modelo de cadáver y un modelo sintético del hueso osteoporótico sustituto.Tres de aleación de titanio clavos intramedulares con diferentes configuraciones de enclavamiento en el fragmento distal se evaluaron. Se incluyeron un clavo femoral 320-mm de longitud y 12 mm de diámetro; Stryker, Schönkirchen, Alemania), con dos lateral a medial de 5 mm de diámetro tornillos de bloqueo parcialmente roscados , (2) un 320-mm de largo y 12-mm de diámetro clavo supracondilar (T2 supracondílea uñas [SCN]; Stryker), con una anteromedial a posterolateral y uno-a-anterolateral posteromedial 5-mm tornillo de enclavamiento además de dos tornillos condilares lateral a medial ( Fig. 1,. b ), y (3) un 320-mm de largo y 12-mm de diámetro del clavo femoral distal (DFN; Synthes, Umkirch, Alemania), con un tornillo de 6-mm rosca y una hoja espiral lateral a medialEn nuestro estudio, todos los dispositivos intramedulares mostró rigidez axial similar en comparación con los demás. Dado que los clavos probadas fueron del mismo material, la longitud y diámetro, las diferencias en su comportamiento biomecánico debe haber sido debido a los diferentes patrones de enclavamiento distales. La ventaja del diseño en espiral de hoja del dispositivo de DFN más de un tornillo convencional de dos diseño de interbloqueo se demostró por Ito et al. 30 , que encontraron la hoja espiral para conferir un aumento significativo de 41% en la rigidez axial. En nuestro estudio, la rigidez logrado con el constructo DFN era 10% mayor que el obtenido con el constructo de T2. En su comparación entre el dispositivo y el verde DFN-Seligson-Henry clavo, Grass et al. 9 también encontrado en espiral hoja de enclavamiento para proporcionar una mejor rigidez axial.

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  19. R1 Campos

    La fractura de la diáfisis femoral es un gran clásico de la traumatología. Afecta sobre todo
    a personas jóvenes, de sexo masculino, y a veces en un accidente de tráfico de alta
    energía, frecuentemente en un contexto politraumatológico. En estos casos, las lesiones
    óseas, viscerales, torácicas y neurocerebrales que suelen asociarse determinan el
    pronóstico y el tratamiento de la fractura en un contexto pluridisciplinario. También se
    producen en pacientes ancianos, sobre todo de sexo femenino. Aparecen después de una
    simple caída, en cuyo caso suelen presentarse de forma aislada. En este contexto
    geriátrico, al igual que las fracturas del extremo superior del fémur, el estado médico y
    mental inicial son los elementos que determinan el pronóstico, mientras que la calidad
    ósea dicta las indicaciones terapéuticas. Con independencia del tipo de paciente, la
    abundancia de partículas de grasa existente en la gran cavidad medular femoral y la
    profusión del sistema venoso intramedular favorecen una embolia grasa que puede
    provocar un auténtico síndrome de embolia grasa, causante de un cuadro de
    insuficiencia respiratoria, cardíaca y después multivisceral. La prevención de este
    síndrome es un elemento determinante en el tratamiento del paciente. Las medidas
    terapéuticas de la fractura de la diáfisis femoral son de tipo quirúrgico y recurren en la
    mayoría de las ocasiones al enclavado centromedular anterógrado, técnica que fue
    desarrollada hace más de 60 años por Gerhard Künscher, y cuya popularidad en todo el
    mundo se debe en gran medida a las posibilidades de bloqueo diseñadas en Estrasburgo
    por Arsène Grosse e Ivan Kempf en 1978. No obstante, han aparecido técnicas nuevas,
    como el enclavado retrógrado, que es útil en las fracturas del fémur distal, o la
    osteosíntesis con placa y tornillos bloqueados, cuyas cualidades mecánicas (muy
    superiores a las placas convencionales) y las posibilidades de implantación con técnicas
    mínimamente invasivas parecen ser prometedoras, sobre todo en ancianos.

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