David Sacket

“La autoridad de los años y de la supuesta experiencia será sustituida por la autoridad basada en los ensayos clínicos”


David Sackett

lunes, 25 de agosto de 2014

FRACTURA SEGMENTARIA DE HUMERO



FI
MASCULINO
43 AÑOS
CATOLICO
CASADO                                    
OCUPACION MESERO


AHF
PADRE PORTADOR DE DIABETES MELLITUS TIPO II
ABUELO PATERNO CON HAS RESTO INTERROGADOS Y NEGADOS


APP
NIEGA ENFERMEDADES CRONICO DEGETIVAS, ALERGICOS, QUIRURGICOS, TRAUMATICOS, GTRANFUSIONAES INTERROGADOS Y NEGADOS, NEIGA TABAQUISMO ALCOHOLISMO POSITIVO DESDE HACE 20 AÑOS CADA 15 DIAS SIN LLEGAR A LA EMBRIAGUEZ, TOXICOMANIAS NEGADAS RESTO SIN DATOS DE IMPRTANCIA PARA EL PADECIMIENTO ACTUAL.

PA
PACINTE INICIA SU PADECMIENTO HORAS PREVIAS A SU INGRESO AL SUFRIR CAIDA DE ESCALERAS DESCONOCIENDO CINEMATICA DE TRAUMA LA CUAL POSTERIOR A DICHA CAIDA PRESENTA DOLOR A NIVEL DE EXTREMIDAD TORACICA DERECHA CONDICIONANDOLE DOLOR DEFORMIDAD REGIONAL E INCAPACIDAD PARA LA MOVILIDAD POR LO QUE ACUDE POS SUS PROPIOS MEDIOS PARA SER VALORADO A UNIDAD HOSPITALARIA.

EF
EXTREMIDADES TORACICAS; SE ENCUENTRA ASIMETRIA A EXPENSAS DE MT DERECHO LA CUAL PRESENTA AUMENTO DE VOLUMEN A NIVEL DE CODO Y EN BRAZO CON DEFORMIDADA REGIONAL Y CON DOLOR A LA MOVILIZACION ACTIVA SIN PRESENTAR COMPROMISO NEUROVASCULAR DISTAL AL MOMENTO DE LA REVISION ADEMAS CON PRESENCIA DE DERMOANBRASIONES EN TERCIO MEDIO BRAZO  Y CODO DERECHO ADEMAS CON RESTOS HEMATICOS EN DESECACIÓN. RESTO SIN DATOS DE RELEVANCIA.


RX
SE OBSERVA SOLUCION DE CONUIDAD OSE A NIVEL  MEDIO DIAFISIARIA DE HUMERO DERECHO CON TRAZO TRANSVERSO ADEMAS DE ENCONTRASE SOLUCION DE CONTUIDADA OSEA A NIVEL DE REGION INTERCONDILEA DE HUMERO DERECHO.

IDX:
FRACTURA DIAFISIARIA DE HUMERO DERECHO 12 A 3.2 AO
FRCATURA SUPRAINTERCONDILEA DE HUMERO DERECHO TIPO II DE RIESBOURGE Y RADIN.
FRACTURA SEGMENTARIA DE HUMERO DERECHO




PLANTEAMIENTOS: 

R1: Clasificación AO y complementarias de este tipo de fracturas.
R2: Estudios iniciales y/o complementarios para el diagnóstico de este tipo de fracturas
 R3: Complicaciones derivadas de este tipo de fracturas.
R4: Metanalisis.

16 comentarios:

  1. “Tratamiento quirúrgico de fracturas supraintercondileas de humero en adultos. Experiencia del Hospital Juárez de México en 3 años”. Jorge Góngora López et al. Rev Hosp Jua Mex 2005; 72(3):88-92

    El motivo del estudio fue valorar los resultados funcionales de la extremidad torácicas del adulto con fractura supraintercondilea de humero. Representan un reto para el ortopedista antiguamente se obtenían malos resultados independientemente de que estas fracturas fueran tratadas de manera quirúrgica o conservadora. El DASH es un cuestionario de 30 puntos diseñada para evaluación de la función y discapacidad de la extremidad superior en uno o más segmentos de la extremidad. Los resultados van del 1 al 5 incrementado la dificultad para realizar actividades. Se valoraron los casos de fractura de supraintercondilea de humero del Hospital Juárez de México de enero del 2002 a diciembre 2004 siendo 36 casos los encontrados (18 hombres y 18 mujeres). Se realizaron Reducción abierta y fijación interna con doble placa de reconstrucción en 31 pacientes y en otros uso de clavillos Kirschner cruzados en 5 de ellos, todos con abordaje posterior de humero distal. Al cabo de las 6 semanas se realizó el retiro de aparato de yeso en los pacientes tratados con clavillos. Al cabo de 12 semanas se utilizó la DASH y la mayo elbow score para evaluar la funcionalidad del codo de los pacientes. El uso de la doble placa sobre las columnas del humero ha demostrado tener la mayor estabilidad lo que permite mayor movilidad, menor dolor y por lo tanto menor limitación funcional. La frecuencia de estas fracturas va en aumento y cada vez se encuentra con mas estudios sobre el tratamiento específico, siempre y cuando se logre una reducción mas anatómica y se cuente con implantes adecuados que brinden la estabilidad suficiente para permitir la movilidad temprana se podrá esperar un buen resultado.

    Dr. Eduardo A. Huerta Rodriguez
    Residente 3° año
    Hospital general La Villa

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  2. Biomechanical Testing of Fracture Fixation Constructs: Variability, Validity, and Clinical Applicability
    Michael J. Gardner, MD , Matthew J. Silva, PhD
    Journal of the American Academy of Orthopaedic Surgeons, 2012;20: 86-93

    La biomecánica ofrece la terminología y las bases científicas para las bases de funcionamiento musculoesquelético y el manejo de las fracturas. Sin embargo las inconsistencias y la falla en la aplicación de los terminos y conceptos puede ser confuso. Todos los nuevos implantes y técnicas, deben ser estudiados para caracterizar los efectos biológicos y mecánicos sobre la consolidación de las fracturas. Dentro de esto, la forma de construir o implantar un implante debe ser la adecuada para proveer la suficiente estabilidad para permitir una consolidación adecuada y soportar una carga biológica. FALLA ESTÁTICA: indica someter a carga un implante con una fuerza especifica, un vector, magnitud y periodo específicos hasta el punto de su fatiga. DUREZA: se define com ola aplicación de fuerza o momento necesarios para producir una deformidad en el constructo con la carga. El móduo de Young, se basa en esta característica. FATIGA CÍCLICA: se refiere a someter a un implante a carga determinada por un numero determinado de ocasiones hasta a fatiga del implante. En nuestro caso clínico de esta semana el implante determinado debe de cumplir con las características menconadas anteriormente, al ser una fractua atípica, el implante debe ser atípico de la misma forma, en un principio la idea general es la de aplicar una placa o clavo intramedular para la fractura diafisiaria y aplica un sistema de 2 placas a nivel del humero distal en construcción paralela o aplicando un placa posterior y una lateral, dependiendo de la habilidad y experiencia del cirujano, sin embargo, con este constructo, el punto de estrés entre las placas para humero distal y el implante para la diáfisis, causará tarde o temprano una fractura por transmisión de las cargas que soportan los implantes. Por lo que la mejor opción es aplicar una placa minima invasiva, bloqueada, desde el extremo distal del humero hasta la diáfisis humeral.

    DR BAHENA R4

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  3. Failure of Fracture Plate Fixation
    Michael J. Gardner, MD, Jason M. Evans, MD
    J Am Acad Orthop Surg 2009;17: 647-657

    Los avances en el diseño de las placas utilizadas en la cirugía ortopédica dentro de las 2 ultimas décadas incluyen avances en la metalurgia, mejor diseño del implante y manufactura, nuevas técnicas quirúrgicas y un mejor entendimiento de la biología de la fractura y del proceso de consolidación, sin embargo, aún así la fatiga sigue siendo un problema frecuente, la meta de la fijación con placa es restablecer la anatomía e impartir la estabilidad de la extremidad permitiendo su consolidación, los problemas específicos que se han estudiado como causa de la fatiga son comorbilidades, medicamentos inmunosupesores, trastornos mentales, infecciones u osteoporosis. Otros factores determinantes son la rigidez, y la estabilidad absoluta o relativa que se quiera dar al implante. En cuanto la longitud y dureza del implante se analizan varias variables, incluyendo el material del cual está hecho el implante, el offset implante-hueso, y la longitud operativa, la rigidez absoluta no siempre es la mejor para la fractura. Las placas bloqueadas han sido una opción ideal y novedosa actualmente ara el tratamiento de las fracturas, que provee un sistema con pernos bloqueados, que evitan el desplazamiento de los tornillos a través de la placa y la transmisión de cargas de la fractura al implante es menor debido a la longitud de la placa la cual debe ser de 2 a 3 veces la longitud del trazo de fractura en caso de fracturas multifragmentadas y de 8 a 10 veces en caso de fracturas simples, en cuanto al numero de tornillos necesarios debe ser de 0.4 a 0.5 la densidad de tornillos con respecto al numero de agujeros en la placa. En este caso clínico el tipo de fractura es candidato a este tipo de placas sobre todo por la complejidad de la fractura, debido a su carácter bifocal y a la necesidad de la transmisión de cargas a través de la ongitud completa del hueso, lo que se logra solo con un implante bloqueado y por técnica minima invasiva para no afectar la consolidación.

    Rigel Gutiérrez
    Residente de segundo año

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  4. Sang-Jin Shin, MD*, Hoon-Sang Sohn, MD, Nam-Hoon Do, MDA clinical comparison of two different double plating methods for intraarticular distal humerus fractures.J Shoulder Elbow Surg (2010) 19, 2-9.

    El objetivo principal de las fracturas distales de humero es la correcta restitución anatómica, para una pronta rehabilitación, las dificultades tecnicas que se presentan este tipo de fracturas estan presentes por las estructuras neurovasculares, limitacion del espacio para la instrumentacion, la articulacion del codo es intolerante a la inmovilizacion la fijacion rigida para los fragmentos desplazados se deben realizar para tener una pronta rehabilitacion. se han descrito varios metodos de fijacion mediante dos placas, paralelas o una placa medial sobre la cresta supracondilea y otra colocada posterolateral o una placa en Y unica. En el presente estudio, los autores compararon los resultados clínicos y complicaciones para 2 métodos de placas duales diferentes en los pacientes con fracturas de húmero distal intraarticulares conminutas, en el grupo I 17 pacientes fueron tratados mediante placas perpendiculares y en el grupo II, 18 mediante placas paralelos, los rangos de flexion en el grupo I fueron de 106 +- 23°, grupo II 112°+- 19 °.Once pacientes en el grupo me he recuperado arco completo de flexión y 13 pacientes en el grupo II lograron arco completo de flexión. Todos los pacientes obtuvieron la unión ósea, excepto 2 pacientes del grupo I. La falta de unión en estos pacientes desarrollaron en la zona supracondílea. Complicaciones desarrollaron en 6 pacientes del grupo I y en 8 en el grupo II. No se encontraron diferencias significativas entre los resultados clínicos de los métodos

    DR ROMERO FRANCES GUSTAVO
    R4 HOSPITAL RUBEN LEÑERO

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  5. Shawn W. O’Driscoll, MD, PhD, Optimizing stability in distal humeral fracture fixation, Journal of Shoulder and Elbow Surgery. Volume 14, Issue 1, Supplement, January–February 2005, Pages S186–S194

    La restauración de la función del codo indoloro y satisfactoria después de una fractura del húmero distal requiere la reconstrucción anatómica de la superficie articular, la restitución de la geometría general de la porción distal del húmero, y la fijación estable de los fragmentos de la fractura para permitir la temprana y la rehabilitación completa. Aunque estos objetivos son ahora ampliamente aceptados por la comunidad ortopédica, que pueden ser técnicamente difícil de conseguir, especialmente en la presencia de osteoporosis sustancial o trituración. Si no, cuando se produce, se produce normalmente en el nivel supracondílea través de la pérdida de la fijación en los fragmentos distales. Para evitar tal fracaso y con ello maximizar el potencial de la unión y de la movilidad del codo completo después de un húmero distal severamente fracturada, 2 principios deben ser satisfechos: (1) la fijación en el fragmento distal se debe maximizada y (2) la fijación en todos los fragmentos distales debe contribuir a la estabilidad entre los fragmentos distales y el eje. Hay 8 objetivos técnicos por los cuales se cumplen estos principios: (1) todos los tornillos en los fragmentos distales deben pasar a través de una placa; (2) enganchar un fragmento en el lado opuesto, que también está fijado a una placa; (3) el mayor número posible de los tornillos se deben colocar en los fragmentos distales; (4) cada tornillo debe ser tan largo como sea posible; (5) cada tornillo debe participar en el mayor número de fragmentos articulares como sea posible; (6) los tornillos en los fragmentos distales deben bloquear entre sí por interdigitación, creando una estructura de ángulo fijo; (7) placas deben aplicarse de tal manera que la compresión se consigue en el nivel supracondílea para ambas columnas; y (8) las placas deben ser lo suficientemente fuerte y lo suficientemente rígido para resistir la rotura o dobleces antes de que ocurra la unión a nivel supracondílea

    DR CHRISTIAN RAMIREZ ROMAN
    R1 TYO HOSPITAL GENERAL RUBEN LEÑERO

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  6. Current Conceptos Review
    Distal Humeral Fractures in Adults
    By Aaron Nauth/ Jeremy Halla MD.
    2011 JBJS



    La evaluación clínica de los pacientes, con fracturas de humero distal deben incluir una adecuada exploración del hombro y muñeca ipsilateral, evaluación de los tejidos blandos, así como una adecuada exploración neurovascular, esto por la alta prevalencia de la lesión del nervio cubital asociado a las fracturas tipo C. Continuando con la evaluación se deben obtener radiografías anteroposterior y lateral de humero distal, en el caso de fracturas conminutas el uso de TC con reconstrucción en 3d es de gran ayuda para realizar clasificaciones asi como decidir tratamientos preoperatorios. La adecuada restitución anatómica de la superficie articular ayudaran a la pronta recuperación funcional de la movilidad del codo, evitando complicaciones.

    Dr Alejandro Santos r2tyo

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  7. Interobserver and intraobserver variation in classification systems for fractures of the
    distal humerus A. M. Wainwright, J. R. Williams, A. J. Carr

    Sistemas de clasificación de las fracturas se utilizan en
    la práctica clínica y la investigación para proporcionar un idioma para
    la comunicación, la toma de decisiones sobre el tratamiento, evaluar
    el pronóstico, y para informar y comparar los resultados. Idealmente,
    este sistema debe ser confiable, reproducible, con todo incluido,
    mutuamente excluyentes, lógico y util clínicamente
    El húmero distal es una compleja área del esqueleto de reconstruir,
    y varios sistemas de clasificación han sido
    propuesto. La forma de tratamiento ha cambiado marcadamente
    durante los últimos 30 años a partir de desaconsejando la operation a
    abogando reducción abierta e interna fixation. Nuestro objetivo fue evaluar la interobservador e intraobservador variabilidad para la clasificación de las fracturas de la parte distal húmero utilizando tres sistemas, a saber, la de Riseborough
    y Radin, del grupo AO y Júpiter y Mehne. Hay diferencias intrínsecas entre los tres sistemas. El sistema AO emplea una clasificación por etapas, que se hace más detallada de usar con cada etapa. El Riseborough y Radin método es una única evaluación en cuatro categorías según su severidad. El Júpiter y Mehne sistema tiene elementos de ambos enfoques. Un observador comentó que parece que hay dos
    fases de clasificación, una primera interpretación de las radiografías para producir una imagen mental de una fractura en tres dimensiones, y posteriormente, una adaptación de la tridimensional imagen para el sistema de clasificación. cuando
    el desarrollo de sistemas futuros puede ser útil para analizar en en qué etapa se pierde el acuerdo. Sistemas de clasificación son útiles en la toma de decisiones
    y la comparación de los resultados sólo si hay un alto nivel de acuerdo entre los observadores y la consistencia de ellos. nuestra estudio ha puesto en duda estas características de los sistemas actuales para las fracturas de húmero distal.
    Encontramos que la clasificación Radin y Riseborough no era aplicable a la mitad de estas fracturas y produce un acuerdo moderado. Sólo hubo acuerdo justo en el
    AO y los sistemas de Júpiter y Mehne, pero cuando sólo el se utilizó clasificación básica hubo un acuerdo substancial.

    Dr Martin Palavicini R1O

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  8. Distal Humerus Fractures
    Thomas W. Throckmorton, MD
    Hand Clin 23 (2007) 457–469
    Este artículo revisa la epidemiología y la clasificación numerosas técnicas de fijación y de artroplastia descritos. El algoritmo de tratamiento actual y el método preferido de los autores de la fijación interna. El tratamiento de estas lesiones en la población de edad avanzada y las complicaciones del tratamiento quirúrgico.
    El primer pico se produjo en los niños / hombres de 12 a 19 años, El segundo pico en mujeres mayores de 80. Después de 70 años de edad la prevalencia en las mujeres aumenta cada década después 20 años de edad se suelen heridas en las caídas, mientras que los individuos más jóvenes sufrieron sus fracturas más comúnmente durante las actividades deportivas o accidentes de vehículos de motor.
    El sistema de clasificación más comúnmente referenciada para fracturas de húmero distal adultos se adelantó por Muller Conocida como la clasificación de la Asociación Ortopédica Traumatología, este esquema clasifica estas fracturas anatómicamente.
    Tipo A incluyen lesiones extra-articular, cóndilo transporte, y las fracturas de apófisis. Tipo B tienen participación parcial articular, Tipo C tienen participación completa o complejo de la articulación del codo.
    Los primeros estudios que comparan el tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de las fracturas de húmero distal adultos a menudo concluyeron que conservador tratamiento era superior.El tratamiento conservador fue Recomendado para ser todo menos las fracturas de húmero distal más simples.
    Como tal, la fijación interna es generalmente aceptadas como el estándar de cuidado para el tratamiento de las fracturas de húmero distal intraarticulares.
    Neuropatía cubital es una complicación postoperatoria bien conocida de las fracturas de húmero distal adultos, y la transposición de rutina del nervio se defiende rutinariamente,

    Moises Moreno Martínez
    Residente de Primer Año
    Hospital General Ruben Leñero

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  9. Fracturas del extremo distal del húmero en adultos
    Pablo Castañeda Leeder,* Alejandra Decanini Mancera,* Nelson Cassis Zacarías

    Para definir el extremo distal del húmero se considera un cuadro dibujado en la radiografía anteroposterior que abarque los dos cóndilos y la superficie articular; así, cualquier fractura cuyo epicentro se encuentre dentro del cuadro se define como una fractura del extremo distal del húmero. El extremo distal del húmero consta de dos columnas óseas separadas por la fosa olecraneana y la tróclea. El aspecto más distal se constituye por los cóndilos lateral y medial; éstos tienen una porción articular y una porción no articular. La porción articular del cóndilo medial es la tróclea y la porción articular del cóndilo lateral es el capitellum

    La columna lateral diverge aproximadamente 20° del eje longitudinal del húmero y justo proximal al capitellum, en la superficie anterior, se encuentra una depresión conocida como fosa radial; en su aspecto posterior existe un espacio libre donde se puede colocar una placa. La columna medial diverge a un ángulo de 40-45° del eje longitudinal y justo por detrás del epicóndilo medial se encuentra el nervio cubital.

    Las fracturas extraarticulares que atraviesan ambas columnas, generalmente son resultado de caídas con el codo en extensión, y son más frecuentes en niños. Las fracturas intraarticulares probablemente son causadas por el impacto del cúbito proximal contra la tróclea, forzando a los cóndilos a separarse. Se asocian a trauma de alta energía y movimientos en varo o valgo.

    La mayoría de los pacientes presentan dolor después de un traumatismo, la deformidad y el edema son comunes; el codo se mantiene, generalmente, en flexión parcial. Se debe realizar una evaluación neurovascular completa y, cuando existe compromiso vascular, se requiere reducción inmediata e inmovilización; si no mejora este estado, es necesaria una intervención quirúrgica de emergencia. Las alteraciones y déficit neurológicos deben ser documentados desde el inicio.

    Para la evaluación radiográfica, generalmente son suficientes las imágenes simples en proyección anteroposterior y lateral. En ocasiones se puede solicitar una vista para cabeza radial y capitellum que es una lateral con 45° de angulación de posterior a anterior. La tomografía computarizada puede ser de gran utilidad, sobre todo en fracturas severamente conminutas.

    No existe un sistema de clasificación universalmente aceptado, tal vez porque la mayoría de los sistemas que existen se basan en el concepto condíleo del extremo distal del húmero y no en el concepto bicolumnar.
    La clasificación de Müller se fundamenta en el involucro articular de la fractura y, con base en esta clasificación, la AO/ASIF desarrolló su clasificación comprensiva, definiendo a las fracturas como extraarticulares, parcialmente articulares y articulares, y después caracterizando el grado de fragmentación de la fractura. Este sistema es el más completo, pero no hace distinciones útiles entre las fracturas bicolumnares más comunes; por lo tanto, no es de mucho valor para el tratamiento o el pronóstico

    El sistema de clasificación propuesto por Riseborough y Radin en 1969 sólo distingue cuatro tipos con base en el desplazamiento, la rotación de los fragmentos y el grado de conminución. Se trata de una clasificación con mucha variabilidad interobservador y de poca utilidad en el tratamiento, pero ampliamente referida en la literatura mundial.

    Para las fracturas de los cóndilos humerales se considera la clasificación de Milch que tomó en cuenta la importancia de la cresta de la tróclea en la estabilidad de la articulación. Con base en esto se distinguen dos tipos de fractura: en el tipo I la cresta lateral está unida al húmero y en la tipo II la cresta es parte del fragmento fracturado, haciendo a esta fractura inestable.

    Dr. Hiroshi Sekisaka Pérez
    R1TyO
    H.G. Ruben Leñero

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  10. Sergio Alberto Pérez Ruiz
    Residente segundo año de Taumatología y Ortopedia
    “Fundamentos de tratamiento en las fracturas de la diáfisis humeral con y sin lesiones de nervio radial”/ Marcos V. Masson / Orthotips.-- Vol 8, No. 1 (2012), pp. 26- 36
    El mecanismo de lesión de la diáfisis de humero puede ser directo (contusiones o PAF) o indirecto, las indirectas son en flexión y/o torsión. Tiene una distribución bimodal. En jóvenes se debe a traumatismos de alta energía, ya sea por accidentes automovilísticos o proyectiles de arma de fuego.
    Pacientes con fracturas en diáfisis necesario hacer examen neurovascular completo, la lesión del nervio radial con incapacidad para la extensión de la muñeca y metacarpofalangicas, las fracturas del tercio distal, y principalmente las de trazo espiroideo son las más relacionadas a lesión vasculonerviosa; descartar síndrome compartimental (dolor que no mejora con analgésicos, palidez y frio).
    Pacientes con fracturas expuestas tratarse con antibióticos, profilaxis antitétanos, y cirugía urgente.
    El tratamiento no quirúrgico está indicado en fracturas diafisiarias con o sin lesión de nervio radial con menos de 30° de varo, 20° angulación anteroposterior, 15° rotación interna, utilizando yeso colgante o férula de coaptación, seguida de ortesis funcional a los 10-15 días posteriores a la lesión, para mejorar la movilidad del hombro y codo. El tratamiento quirúrgico se realiza cuando no se mantiene en los límites permitidos la reducción de la fractura, cuando existe fractura expuesta, lesión vascular, codo flotante, politraumatizados. El uso de placas y tornillos se considera estándar de oro, el clavo endomedular es la segunda opción, el uso de fijador externo es para fracturas expuestas, gran pérdida de tejidos blandos. La indicación para exploración quirúrgica primaria del nervio radial es relativa. La reparación temprana o tardia del nervio radial no ofrece diferentes resultados para su recuperación, se recomienda realizar exploración del nervio radial a los 4-6 meses de no haber mejoría clínica en una lesión inicial, con monitoreo electrofisiológico intraoperatorio.

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  11. Matt Walker, “Humeral shaft fractures: a review” J Shoulder Elbow surgery (2011)

    Brien et al. En un análisis de 21 pacientes con fracturas de diáfisis humeral y lesiones del plexo braquial ipsilaterales, encontraron que la no unión se desarrolló en 45% de estos pacientes no tratados quirúrgicamente. Concluyeron que la lesión nerviosa es una contraindicación relativa para el manejo conservador.

    Los dos métodos primarios para el manejo definitivo de este tipo de lesiones con el enclavado centromedular y las placas de compresión. La fijación externa, juega un papel importante y es utilizado en pacientes politraumatizados como control de daños y estabilización temporal, aunque su uso como tratamiento definitivo es limitado.

    La lesión del nervio radial es una complicación común de las fracturas diafisiarias de húmero, ocurriendo en 18% de las lesiones cerradas, y son muy asociadas a fracturas mediodiafisiarias del húmero. Afortunadamente la recuperación es esperada en un 90% de los pacientes al cabo de 4 meses. En el caso de fracturas cerradas de diáfisis humeral con lesión concomitante del nervio radial, no es necesaria la exploración neurológica del mismo. La exploración neurológica del mismo incluyen el compromiso neurológico después de la reducción cerrada de una fractura diafisiaria, en fracturas expuestas con lesión del nervio radial, lesiones del mismo por heridas perforantes y en fracturas de Holstein-Lewis.

    R2 Estefania Hernández Solano
    HG Xoco

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  12. Tratamiento de las fracturas diafisarias de húmero mediante osteosíntesis con placa. Zamora Rodrguez. J.M. SERVICIO DE TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGÍA ORTOPÉDICA. HOSPITAL CLÍNICO UNIVERSITARIO LOZANO BLESA DE ZARAGOZA. vol 37. num 2l2.2002
    tipo de estudio retrospectivo
    el tipo de placa utilizado fue DCP en 18 casos, placa LC DCP en 2 casos. fracturas del tercio proximal placa en T
    son consideradas fracturas d la diafisis humeras las comprendidas entyre la inserccion del deltoides y la inserccion distal del braquialanterior. El tratamiento ortopedico constituye el metodo de eleccion para este tipo de frecturasconsiguiendose la consolidacion en el 95% de los casos. seconsideran aceptables desviaciones en varo o en valgo menores de 30 grados. angulaciones anteroposteriores menores de 20 grados. acortamiento menores a 2cm
    conclusiones el tratamiento con placa es otra opcion a los tratamientis ya existentes como clavo cebtromedulas o conservados se debe re<lizar la eleccion del impalnte en base al principio biomecanio dado por lapersonalidad de la fractura para con esto llevar al paciente a un mejor pronostico

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  13. Fracturas supracondíleas humerales con traumatismo vascular en niños
    Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología

    Volume 53, Issue 5, September–October 2009, Pages 312–31

    • J. Merino Pérez, I. Ibor Ureñaa, M.T. Rodríguez Bustabad, O. Campos Alonso, G.M. Elorriaga Sagarduy. J.I. Vicinay Olabarriaa

    Introducción
    Las fracturas supracondíleas humerales presentan tasas de complicaciones más altas que cualquier otra fractura pediátrica. El tratamiento de las lesiones vasculares asociadas sigue siendo controvertido.
    Objetivos
    Analizar el resultado de los pacientes con fracturas supracondíleas y pulso radial ausente o disminuido.
    Material y métodos
    Estudio retrospectivo en 205 niños con fractura supracondílea humeral desplazada entre 2002 y 2006.
    Resultados
    De los 205 niños con fractura supracondílea, 11 no tenían pulso radial en el momento del ingreso. Seis de los 11 niños lo recuperaron tras la reducción cerrada y fijación con agujas Kirschner. Uno no tenía pulso después de la reducción e inmovilización, y 4 pacientes que presentaban una mano isquémica requirieron reducción abierta de la fractura y exploración arterial tras la valoración angiográfica. Ninguno de ellos tuvo problemas en la última revisión.
    Conclusiones
    El tratamiento inicial para los niños con fracturas supracondíleas y sin pulso radial debe ser la reducción cerrada. La arteriografía es la prueba diagnóstica preoperatoria e intraoperatoria más adecuada para definir la lesión y planificar la cirugía. La reducción de la fractura y la restitución de la vascularización son importantes para el salvamento de la extremidad y evitar posibles secuelas.

    Dr. Raúl Bayo del Castillo R2TYO

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  14. José Dolores García Juárez. Uso del clavo centromedular de Russell Taylor en fracturas diafisarias de húmero Acta Ortopédica Mexicana 2006; 20(6): Nov.-Dic: 262-265
    Las fracturas representan el 3% de fracturas atendidas en urgencias en cualquier edad siendo mayor la incidencia en menores de 30 años y mayores de 50 siendo las causas más frecuentes actos de violencia, accidentes automovilísticos y accidentes deportivos. Mecanismos: trauma directo, transversa o conminuta, trauma indirecto, oblicuas o espiroideas, combinación de fuerzas tensionales flexión y torsión, fractura oblicua larga y en ocasiones tercer fragmento en alas de mariposa. La existencia de lesiones previas.
    El tratamiento conservador debe considerarse dependiendo la edad del paciente, sexo, constitución física, actividad, cooperación, tipo de lesión y estado general del paciente. En cuanto a la fractura: del tipo de fractura, sitio diafisario de la fractura, grado de desplazamiento, grado de angulación, lesiones asociadas a estructuras vasculares, nerviosas o cutáneas. Se han obtenido buenos resultados con evolución satisfactoria para la consolidación
    Indicación quirúrgica se toma en cuenta las condiciones del paciente: Pacientes politraumatizados que requieren inmovilización temprana, fractura contralateral, codo flotante, pacientes con insuficiencia respiratoria, pacientes psiquiátricos, pacientes obesos, amputados del otro brazo, enfermedad de Parkinson. También hay que considerar lesiones asociadas
    El enclavado centromedular se considera para no lesionar tejidos blandos periféricos a la fractura, tiene mejor pronóstico y menos morbilidad.

    DR MIRON VERA ROGER ALEJANDRO
    Residente de primer año Traumatología y ortopedia

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  15. fracturas complejas de humero

    Las fracturas del extremo distal del húmero representan 0.5 a 7% de todas las
    fracturas y 30% de las fracturas del codo,1 y hasta en 96% éstas son fracturas
    intrarticulares o tipo «C» de acuerdo con la clasifi cación de la AO.2 La complejidad
    de la anatomía de la región: las dos columnas del húmero, las articulaciones
    radio-capitelar y la cúbito-humeral, difi cultan la reducción y si tomamos en cuenta
    que, en la mayoría de los casos a los que nos enfrentamos, existe conminución
    de la zona metafi saria y de la superfi cie articular, puede llegar a representar un
    gran reto para el cirujano. Históricamente las fracturas del extremo distal del
    húmero han estado ligadas a resultados funcionales pobres y poco satisfactorios
    para los pacientes; sin embargo, en las dos últimas décadas, el avance en las
    técnicas quirúrgicas y el desarrollo de nuevos implantes han permitido obtener
    mejores resultados.3-6
    En la valoración inicial de estos pacientes, para realizar el diagnóstico generalmente
    son sufi cientes una radiografía en proyección anteroposterior (AP) y
    una lateral de codo; la tomografía axial computarizada con reconstrucción en
    tercera dimensión mejora la visualización e identifi cación de los fragmentos y facilita
    la planifi cación preoperatoria.7 En casos donde las imágenes radiográfi cas
    sean confusas y no se cuente con un tomógrafo, las radiografías con tracción
    pueden ser de gran utilidad. Una vez realizado el diagnóstico, es necesario clasifi
    car la fractura; la clasifi cación de la AO y la de la OTA (Orthopedic Trauma
    Association) son las más utilizadas.
    El tratamiento de elección es la reducción abierta y la fi jación interna, siempre
    y cuando ésta sea posible, valorando la condición de los tejidos blandos o si se
    trata de una fractura expuesta. La mayoría de las fracturas se pueden intervenir
    dentro de las primeras 48 a 72 horas después de la lesión; en el paciente
    que presente politraumatismo o alguna lesión que ponga en riesgo la vida, la
    inmovilización con férula será el manejo inicial y se podrá diferir la cirugía hasta
    después de la estabilización del enfermo.7 Algunos cirujanos prefi eren realizar
    una fi jación interna defi nitiva dentro de la segunda o tercera semana. Si las
    condiciones del paciente o de los tejidos blandos no permiten la fi jación interna,
    se debe considerar la utilización de fi jación externa, especialmente en fracturas
    expuestas, la cual puede dar buenos resultados de acuerdo a algunas series
    reportadas

    dr. guillermo pere jacobor2tyo

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  16. Tratamiento quirúrgico de fracturas supracondíleas de húmero en adultos. Experiencia en el Hospital Juárez de México en tres años
    Medigraphic, 2005
    Las fracturas del extremo distal de húmero en el adulto representan un reto para el ortopedista, si bien son poco frecuentes debemos estar conscientes de su presencia y de la forma adecuada para tratarlas.
    Se ha reportado en la literatura mundial que la fijación estable y la movilización temprana ofrecen mejores resultados, así como las maneras óptimas de la fijación de estas estructuras.
    El uso de la doble placa sobre las columnas del húmero ha demostrado tener mator estabilidad, lo que permite mayor movilidad, menor dolor, y por tanto menor limitación funcional. la frecuencia de estas fracturas va en aumento y cada vez se cuenta con más estudios sobre el tratamiento específico. La coexistencia de una fractura segmentaria nos obliga a aportar mayor estabilidad, por ende las secuelas también son esperables. Las secuelas postraumáticas parecen regla en este tipo de trazos. es un reto su seguimiento, ya que su tratamiento termina hasta que la fractura haya consolidado, y estrictamente hasta que el paciente recupere una función aceptable.

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